Vitoria - Desde que Josean Querejeta asumiese los mandos del Deportivo Alavés el 24 de junio de 2011, la costumbre cada verano era que la decisión acerca de la identidad del encargado de liderar el nuevo proyecto se dilatase en el tiempo mucho más allá de lo que es común en el tiempo del fútbol. Desde su desembarco, todos los años la primera decisión importante en la confección del nuevo proyecto se convertía en un serial capitulado que se estiraba en el calendario mucho más de lo normal y que siempre llegaba con la temporada finiquitada y con el equipo de vacaciones. Con la lapidaria afirmación de que “es el club el que marca los tiempos” iban pasando días en el calendario hasta la decisión final, ya supusiese la continuidad -Natxo González y Alberto López tuvieron que esperar su tiempo para verse corroborados en el puesto- o la ruptura con lo inmediatamente precedente, como ocurrió en los casos de Carlos Granero, Alberto tras su segunda campaña o el más reciente de José Bordalás. En esta ocasión, la entidad del Paseo de Cervantes ha decidido adelantar más de un mes su decisión, pero sigue siendo la encargada de marcar los tiempos en las negociaciones. Mauricio Pellegrino ya tiene la oferta de renovación sobre la mesa y desde el club le han solicitado una respuesta rápida, así que la decisión acerca de su continuidad se antoja inminente.
Josean Querejeta y la dirección deportiva tienen claro desde hace semanas que desean que el argentino siga al frente del banquillo alavesista al menos durante una temporada más. Tanto es así que la idea del club es cerrar la renovación del entrenador de manera inmediata, sin dejar que corran muchas más fechas en el calendario.
El técnico, que desveló hace unas semanas que ya se habían producido los primeros contactos para su continuidad, ya tiene en sus manos la propuesta del Alavés para seguir un año más al frente del equipo. Y lo que le han solicitado sus superiores es una respuesta rápida, ya que pretenden tener cerrada la cuestión antes de que finalice el presente mes de abril para poder así encarar otros aspectos de la planificación deportiva de cara al curso venidero.
Aunque el entrenador argentino señaló hace poco que quería dejar la cuestión de su renovación en punto muerto hasta que finalizase la temporada después de la final de la Copa del Rey, no pasan por ahí los planes de los mandatarios de El Glorioso, que le han solicitado al de Leones una respuesta casi inmediata que debe producirse en las semanas venideras. Se trata de una manera de no quedarse sin margen de seguridad si se produce la eventualidad de la marcha del Flaco, al que no le faltarán pretendientes después de su gran campaña en Vitoria.
un prestigio ganado Pellegrino dijo en su momento que no tardaría “ni diez minutos” en ponerse de acuerdo con los responsables del Alavés en cuanto las dos partes se sentasen a la mesa a negociar un nuevo contrato, pero del dicho al hecho siempre va un trecho. La sintonía entre el club y el técnico es muy buena, pero siempre hay aspectos que limar cuando hay un vínculo que firmar.
En este caso, la diferencia puede estribar entre la consecución del título copero o la derrota en la final del próximo 27 de mayo. Un entrenador que haya ganado la Copa del Rey y clasificado a un recién ascendido a Primera División para la Liga Europa se puede ver con el derecho a exigir un incremento significativo en sus emolumentos. Y, dicho sea de paso, también incrementaría de manera exponencial su valor dentro del mercado. Esa razón puede conducir a dilatar el proceso, aunque también se podría rubricar el nuevo contrato y dejar pendiente de revisión esa cuestión en función del resultado de la final.
Dejando al margen cuestiones de ese tipo -los típicos flecos a los que siempre se alude-, lo que pretende el club vitoriano es cerrar cuanto antes una cuestión que puede acabar convirtiéndose en espinosa de dejar pasar el tiempo. El curso que ha protagonizado Pellegrino al frente del Alavés no ha pasado para nada desapercibido y el prestigio del técnico ha ganado muchos enteros desde su llegada el pasado mes de julio. Quienes no le conocían ya le tienen ahora en sus radares y la entidad albiazul no se puede permitir llegar al final de la campaña sin tener la certeza de si su timonel va a continuar o si puede aceptar alguna propuesta exterior de las que podrían llegar a presentarle.