Vitoria - Existen pocas dudas entre el alavesismo de que Mauricio Pellegrino se está ganando a pulso la renovación en el equipo de cara a la próxima temporada. Por actitud, filosofía, capacidad de trabajo y, sobre todo, hechos consumados, que no es sino la auténtica vara de medir para cualquier entrenador de fútbol. En su caso, con un plantel absolutamente renovado con respecto a la plantilla que logró el ascenso a Primera División -hasta 18 jugadores nuevos se contrataron en verano-, y la vitola de recién ascendido de categoría como tarjeta de presentación, la realidad es que meses después de su puesta de largo las expectativas han sido superadas con creces, por más que el entrenador se empeñe en cargar de mesura cada uno de los éxitos del Alavés e insistir en que solo el trabajo y la humildad serán los causantes de la que se presume ya es una temporada histórica.

justicia futbolística Una a una, semana a semana y partido a partido, Pellegrino ha ido ganándose el respeto del mundo del fútbol y del propio vestuario a partir de un estilo de juego que ha ido evolucionando conforme las necesidades del guión y que nunca ha hecho concesiones de cara a la galería cuando se ha tratado de dejar sentado en el banco a la figura de turno. Quizá ese sentimiento de justicia futbolística es la que está permitiendo a este Alavés convertirse en uno de los grandes atractivos del campeonato, un grupo granítico, una “familia unida”, como señaló el pasado lunes Nenad Krsticic, tremendamente competitiva y difícil de doblegar. Y eso es algo que gusta en la zona noble del club, que de momento parece no tener prisa por aclarar el futuro de su entrenador. Al menos de manera pública. Por si había alguna duda respecto a la voluntad del Flaco de continuar en Vitoria, ayer en sala de prensa disipó todas las posibles de un plumazo. No le hicieron falta más que un puñado de palabras bien elegidas y estructuradas para lanzar un mensaje inequívoco a la afición y al propio club, que ahora deberá cursar acuse de recibo. “Me gustaría seguir en el club el próximo año y una hipotética reunión con la dirección para negociar mi renovación me llevaría diez minutos”, respondió con certeza el preparador del Alavés antes de advertir que no va a pensar en estos momentos en la próxima temporada sino en seguir sacando el mayor provecho posible a los jugadores en cada una de las jornadas que restan. “No puedo entrar en la dinámica de los jugadores, ya que los que lideran al equipo se tienen que centrar en el día a día y en lo que tienen que hacer para ganar”, abundó el técnico.

cuidado con el granada A continuación, Pellegrino explicó algunas de las claves que esta noche deberá interpretar su equipo si quiere llevarse los tres puntos de Los Cármenes. “Cuando un equipo tiene que hacer varios cambios pierde la dinámica, pero alguno de éstos será obligado y otros serán por rotación porque hay jugadores que se han ganado esa posibilidad”, analizó. Por último, y en relación al Granada, el argentino señaló: “Es un gran desafío ante un equipo que ha ganado los dos últimos partidos en casa y con sus incorporaciones ha logrado capacidad de crear mucho peligro de local. Hace un fútbol diferente, más físico, muy agresivo y con mucha presión, por lo que espero que mis hombres se puedan adaptar a esa situación con madurez, pero también humildad porque hoy en el fútbol cualquier equipo te puede ganar”, concluyó El Flaco.