Vitoria - La Liga confirmaba pasadas las nueve de la noche lo que desde primera hora de la tarde era un secreto a voces: el Celta-Real Madrid que hoy tenía previsto acoger Balaídos quedaba pospuesto sine die porque los daños causados por el temporal en las cubiertas del campo evidenciaban que no hay “seguridad para los espectadores y los jugadores”.

El alcalde de Vigo, Abel Caballero fue el primero en levantar la liebre. El fuerte temporal de lluvia y viento ha causado graves desperfectos en una de las cubiertas de Balaídos llegando a levantar un tramo de cerca de veinte metros cuadrados. “Con la seguridad no se puede hacer ninguna excepción. De ningún modo se va a jugar el partido en estas condiciones porque con este viento es imposible subir allí a arreglarlo”, sentenciaba Caballero.

La inspección de los responsables de seguridad municipales confirmó que el recinto no podría acoger el partido. Sin embargo, la presión ejercida por el Real Madrid para que la fecha y hora previstas se mantuviesen alargó una polémica a la que, a media tarde, se unió el Deportivo Alavés solicitando a la LFP el aplazamiento de su partido de Copa del miércoles para que así los vigueses no cuenten con la ventaja de disfrutar de más tiempo de descanso hasta el duelo de semifinales.

El tiempo había dado la razón a los técnicos. No habría partido. ¿Y ahora? “LaLiga propondrá posibles fechas” oyendo la opinión de clubes y operadores de televisión “para que el presidente de la RFEF decida” si bien, matizaba, éste suele delegar en el Comité de Competición.

no hay “igualdad de condiciones” El melón quedaba así abierto afectando directamente al Alavés ya que, como el club se encargó de reiterar, mantener las semis este miércoles supondría imposibilitar que ambos equipos “afronten el encuentro en igualdad de condiciones” y en última instancia “alteraría la competición de la Copa”, ya que mientras los celtarras habrían disfrutado de casi una semana de descanso desde que se midieran el pasado jueves en la ida al Glorioso, el Alavés tendría tan solo 72 horas para afrontar esta semifinal.

Ante el carácter histórico de un choque que supone la ocasión de volver a una final, desde el Paseo Cervantes seguirán apretando hoy con todo en pos del aplazamiento, si bien se antoja muy complicado lograrlo dado lo extraordinariamente apretado que está el calendario en este tramo de la temporada. - DNA