Sevilla - Si sobre el césped Rubén Castro muestra su mejor cara, fuera de él presenta muchas más aristas que le han llevado a protagonizar episodios de lo más escabrosos. El más importante, la acusación por malos tratos a la que se enfrenta desde hace varios meses. Un proceso que ayer mismo volvió a depararle una mala noticia. Y es que el juzgado de violencia sobre la mujer número 3 de Sevilla rechazó rebajar la fianza de 200.000 euros que le impuso antes del juicio por varios delitos de maltrato hacia su expareja, por los que la Fiscalía le pide 4 años de cárcel y la acusación 8 años y 9 meses.
De esta forma, la juez María del Rosario Sánchez Arnal descartó la petición del futbolista de reducir la fianza a 6.000 euros porque la de 200.000 la consideraba “notoriamente desproporcionada”, no motivada y basada solo en la petición de la acusación popular. El delantero también alegó que la fianza de 200.000 euros “se puede convertir en una pena anticipada que no viene declarada por una sentencia”.
En una providencia, la juez explica que la cuantía de la fianza se corresponde con un treinta por ciento más de la indemnización solicitada por la acusación particular, “conforme a lo establecido legalmente”.
La Fiscalía acusa a Rubén Castro de un delito de malos tratos habituales, otro de amenazas leves y seis delitos de maltrato en el ámbito familiar, que se habrían cometido entre 2012 y 2013 y por los que le pide 4 años de prisión. Además, solicita que el futbolista no se acerque a su expareja a menos de 300 metros y que no se comunique con ella durante dos años y tres meses.
La abogada de la expareja del delantero verdiblanco pide ocho años y nueve meses de prisión por un delito de amenazas leves, siete delitos de maltrato en el ámbito familiar, uno de ellos con la agravante de presencia de una menor y otro con la agravante de aprovechamiento de las circunstancias del lugar, y por un delito de agresión sexual.
En definitiva un escenario de lo más oscuro para un Rubén Castro que no parece ser capaz de actuar en su vida personal con la misma brillantez que sobre el terreno de juego. - T.S./Efe