Mondragón - Se repite mucho eso del milagro del Eibar, pero más que milagro es trabajo bien hecho. Y, en este sentido, el dinero de la televisión les permite tener unos ingresos que les igualan con otros clubes.

-Se ha igualado todo mucho. Estamos diez o doce equipos que podemos fichar a cualquier jugador y nos peleamos por un futbolista que puede ir a cualquier sitio. Antes tenías claro que iba a ir a uno en concreto porque los demás no teníamos nada que hacer. La televisión reparte un dinero que, bien administrado, es muchísimo. Además, tenemos la ventaja de no tener deudas. Clubes como Sporting u Osasuna, que son históricamente más fuertes que nosotros, ahora son más débiles. Si se mantienen y quitan deuda, estarán mejor, pero ahora son más débiles. El Eibar está haciendo las cosas muy bien. Luego, acertar no es fácil por mucho dinero que tengas. Lo que hay que intentar es no volverse locos. Un jugador es igual de bueno si pagas cinco que si pagas uno.

En verano hicieron el mayor fichaje de la historia del club, más de tres millones de euros por Nano. Si le dicen esto hace unos años...

-Además es una apuesta de futuro, no de presente. Y lo veo bien. Te puedes equivocar, pero si no hay prisas ese chaval va a seguir mejorando y se va a convertir en un activo para el club. Eso es lo que nos da la televisión, la oportunidad de apostar.

Cómo ha cambiado todo desde su anterior etapa en el Eibar... Todo, menos el buen ojo para fichar.

-La idea es hablar mucho con la secretaría técnica y conocer mucho más a la persona que al futbolista. Al jugador, con los medios que hay, le puedes ver cuarenta mil veces. Pero el tío, cómo es, si te puede aguantar cuando no juegue, cómo anima, cómo entrena... Hay que intentar saber todo eso y el jugador no te lo va a contar. Buscas a gente que haya jugado con él o que conozcas. Hay que informarse muy bien y, en ese sentido, a la gente que viene la conocemos futbolísticamente y también en lo personal. A mí me extraña que muchos clubes prefieran ir al extranjero antes que fichar a jugadores de Segunda. Hay muchos que valen para Primera. Sin embargo, cuando traes uno de fuera se tiene que hacer al modo de vida de aquí, al fútbol, a la climatología... Yo no considero extranjero al que no ha nacido aquí, sino al que viene por primera vez. El que lleva ya unos años en Primera o Segunda ya sabe lo que hay. Luego también pueden venir extranjeros que en su primer año te den cosas, pero es más complicado.

El Eibar es un club en crecimiento: ampliación del estadio, nuevas instalaciones en Mondragón...

-Ipurua va a quedar apañadito y la gente se va a sentir a gusto en los partidos. Ya tenemos dos campos de entrenamiento para el primer equipo. Ahora el club está trabajando para conseguir otros tres o cuatro campos para las categorías inferiores. Poco a poco, se está consiguiendo mejorar como club. No es solo mirar al primer equipo.

Usted también está muy cómodo en el club. ¿De aquí a la eternidad?

-Con mi experiencia sé que no es fácil. Aquí, o te vas o te echan. En el Valladolid ascendimos, mantuvimos dos categorías y el cuarto año empezamos mal y nos echaron sin estar siquiera en descenso. Éramos los jefes y salimos por confiar en gente en la que no deberíamos. En Pamplona también fueron cuatro temporadas y eso es muy difícil. Ves las mismas caras, igual vas para abajo, hay demasiada confianza... Al final la gente se cansa de ti. - B. M.