Vitoria - El Deportivo Alavés sigue recorriendo su particular camino de espinas cuando le toca actuar en Mendizorroza. Es sorprendente lo de este equipo que maravilla como visitante y muestra una imagen cada vez peor cuando le toca ejercer de anfitrión. La historia volvió a repetirse ayer en el estadio del Paseo de Cervantes. Un inicio prometedor, de nuevo con ventaja en el marcador, seguido del más absoluto desierto futbolístico. Prácticamente la nada durante la hora y media que siguió al tanto inicial de Alexis. Incapaz de defender con orden, de trabar el juego de un Las Palmas que durante muchos minutos se movió a sus anchas o de cerrar el partido a la contra. Eso por no hablar de todo lo que vino después del tanto visitante que situaba el empate en el marcador. Una vez más, nula capacidad de reacción. Una historia que se repite de nuevo.

La sorpresa en el once inicial de Pellegrino vino marcada por la ausencia a última hora de un Femenía que por la mañana sufrió una indisposición que le obligó a quedarse en su domicilio, por lo que el hueco en el carril diestro lo ocupó Vigaray al lado de los otros diez jugadores esperados en una alineación a la que regresaba Alexis.

Precisamente, el malagueño se convirtió en el gran protagonista del furibundo ataque alavesista. Ni siquiera pudo tocar el balón un Las Palmas agobiado por la salida local e incapaz de salir de su área. Encadenaron los albiazules tres saques de esquina consecutivos y, cuando el peligro parecía alejado, Theo metió de nuevo el esférico en el área donde permanecía Alexis. El central sacó a relucir el delantero centro que todos los futbolistas llevan dentro para cazar el centro al primer toque y batir a Varas de remate cruzado a los cuatro minutos.

No podía ser más ventajosa la situación que generaba el tanto del centra. Ventaja tempranera y la opción de jugar como a este Alavés mejor le va. Llegó el momento de ceder el balón al rival y buscar los espacios a la espalda de la zaga canaria. Eso sí, no se le vio cómodo al equipo de Pellegrino en esa tesitura, ya que el Las Palmas fue capaz de tocar en tres cuartos de campo con cierta facilidad -los vitorianos se encerraron demasiado atrás y con muchos efectivos- al tiempo que conseguía cerrar la salida albiazul a través de una fuerte presión sobre Llorente. El madrileño estuvo ayer especialmente apagado en una primera parte en la que el rival le dedicó una vigilancia especial.

Las respectivas bandas derechas de cada equipo se convirtieron en las principales amenazas. En sus salidas, los albiazules siempre buscaban la velocidad de un Edgar muy activo por el costado. En el otro lado, Theo, más aún después de recibir una tarjeta amarilla que le ponía en situación de riesgo, sufría con la presencia de Tana y, sobre todo, las incorporaciones desde atrás de Míchel Macedo.

Eso sí, los principales apuros llegaron a través de pérdidas de balón en la salida. Esféricos regalados a un Las Palmas que tampoco fue capaz de aprovecharlos. Esa efectiva presión de los amarillos -que ayer vestían de naranja- impidió una mayor claridad en los contragolpes, ya que una vez superada esa primera línea cada galopada era muy peligrosa ante el espacio de la zaga visitante a sus espaldas.

sin reacción A la vuelta del descanso, tomó el Alavés un mayor dominio ante un Las Palmas que perdió continuidad en su juego. Se perdía el partido en la espesura, pero los canarios fueron capaces de acertar con el empate en una acción aislada. Una apertura a Hélder y el servicio del lateral desde la izquierda lo cazó a la perfección Livaja, adelantándose a un Feddal blando de nuevo, para mandar el balón a la escuadra a los 54 minutos de juego.

El Glorioso no estaba jugando desde hacía mucho tiempo a nada, pero a partir de ahí se sumió en el más profundo de los abismos durante unos minutos anodinos en lo que la única acción positiva fue un remate solo de Deyverson que se aceleró demasiado a la hora de atacar el balón con todo a su favor.

La solución la buscó Pellegrino con un cambio táctico. Laguardia y Santos entraron por Edgar y Santos para pasar a un sistema con tres centrales, dos laterales largos y pareja en la delantera. Ya en el tramo final entraría Toquero. Pero una cosa son las intenciones y otra bien diferente, por tristeza, la realidad. No se le puede acusar al equipo de no querer; el problema, cada vez más evidente, es que no puede. Con las pilas de nuevo agotadas en el tramo final, otro aspecto habitual de este Glorioso, casi fue bueno hasta el empate de este Alavés atascado en casa.

Sensacional arranque. El Alavés salió a por todas ante un Las Palmas excesivamente frío en el arranque y que pagó cara esa tibieza al no ser capaz de alejar el balón de su área. Cuatro saques de esquina consecutivos culminaron con un gol de Alexis a los cuatro minutos que ponía todo a favor.

Sin ideas. El cuadro albiazul, ya en ventaja, juntó líneas, pero no fue capaz de quitarse de encima la sensación de agobio de un rival que dominó toda la primera parte, aunque no fue capaz de acertar en sus ocasiones. El empate llegó en una acción aislada tras el descanso y el cuadro vitoriano no fue capaz de reaccionar.

Sin ideas. El Alavés arrancó a toda máquina el partido, encadenó varios saques de esquina consecutivos, se adelantó en el marcador y se apagó a partir de ahí casi por completo. Desde el gol de Alexis, el Las Palmas llevó el peso, generó las mejores ocasiones y dominó el juego. Las únicas opciones llegaron con las salidas de Edgar. Tras el descanso, los canarios empataron y ya no hubo reacción.

El tinerfeño arrancó el partido a una velocidad de vértigo, forzó varios saques de esquina y se convirtió en la principal amenaza durante la primera parte con sus internadas.

Livaja le ganó la partida por completo en el tanto del empate a pesar de que el central marroquí se encontraba por delante en el centro de Hélder. Una muestra de su blandura habitual.

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1-0, minuto 4: Alexis. Tras una serie de saques de esquina, centro desde la izquierda de Theo que recoge el malagueño para cruzar en el área.

1-1, minuto 56: Livaja. Acción rápida del Las Palmas con centro de Hélder desde la izquierda y el croata se adelanta a Feddal para sacar un disparo a la escuadra.

Amonestó a Hélder (minuto 22), Theo (minuto 16), Livaja (minuto 26), Míchel (minuto 54), Manu García (minuto 65) y Alexis (minuto 76).

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