vitoria - Al igual que en todo el mundo del deporte a lo largo de esta semana, en Mendizorroza también se guardó un emotivo minuto de silencio como tributo a las víctimas del accidente de avión sucedido en Colombia. Dicho avión era el transporte del equipo de fútbol brasileño Chapecoense. El estadio vitoriano se iluminó de flashes de los móviles que lucieron cual luciérnagas, iluminando la fría noche alavesa. No tuvo que esperar mucho la afición alavesista para llevarse la primera alegría del partido y vibrar como acostumbra, sin importar las bajas temperaturas. Y es que más allá de algunos gorros y abrigos gordos de más, el frío no pareció notarse en los asientos albiazules.

En el fondo de Polideportivo no faltaron los cánticos alavesistas habituales, al que se unió el cada vez más común “Tebas vete ya”. Pero sin duda, lo más destacable en cuanto a la acústica del estadio fueron los gritos de “Vamos Chape” que se produjeron en los primeros minutos del encuentro, en apoyo al ya mencionado club brasileño. El ambiente durante las horas previas al encuentro sí se vio algo más acusado por el clásico frío invernal vitoriano que ya aflora en los primeros días de diciembre, con la consecuencia del mayor agolpamiento en el interior de los bares y la menor presencia del color albiazul en las terrazas. Pero nada que no puedan arreglar un café caliente o una cerveza para entrar en calor y encarar el camino a Mendizorroza con ánimo. Porque cuando llega el frío, nada como el Alavés para calentar los corazones. Y si es con victoria, mejor.