¿Y por qué no osado en casa?

villarreal - Se sabía Mauricio Pellegrino en deuda consigo mismo y con su propios jugadores después del traspié de la semana pasada en casa ante el Espanyol, y respiró aliviado el argentino cuando Undiano Mallenco decretó el final del partido. Se reinvindicó el Deportivo Alavés y lo hizo en uno de los campos más complicado de la Liga, el de El Madrigal. Dos goles en apenas 18 minutos enviaron a la lona a un submarino amarillo ayer desnortado que se mostró incapaz de derrumbar el muro albiazul. Solo hizo falta un poco de orden y algo de pegada para recuperar la autoestima y alcanzar a estas alturas los 16 puntos que marca su casillero y que retornan al equipo a las buenas sensaciones del comienzo del campeonato, cuando la escuadra alavesa era un equipo reconocible. De todo ello habló ayer, con la misma humildad de siempre, el técnico del Alavés, que valoró la primera parte como “muy buena”, de lo mejor a domicilio este año. “Y en la segunda supimos aguantar el arreón del Villarreal cob mucha concentración; ha sido un partido muy serio”, resolvió el entrenador, más que satisfecho por haber recuperado una credibilidad que parecía perdida. “Este es un grupo que trabaja muy bien y con humildad, y estos resultados nos ayudan a construir un grupo cada vez mejor. El partido era muy importante sobre todo para la credibilidad y confianza del equipo. Nos permite saber que cuando trabajamos todos unidos y desplegamos nuestro fútbol, aparte de nuestra humildad para el trabajo, tenemos también la osadía de jugar fuera como hoy y hacer buenos partidos”, significó Pellegrino, que ensalzó a continuación el papel defensivo de sus muchachos para sacar petróleo de El Madridal. “Hemos tenido que hacer un esfuerzo enorme para mantener la portería a cero”, señaló El Flaco antes de lanzar un último guiño a sus jugadores. “Es un grupo joven que recién se está armando y resultados como los de hoy (por ayer) ayudan a que la confianza sea cada vez mas sólida”, concluyó.