Vitoria - Queda poco más de un mes para que se abra el mercado invernal y los clubes empiezan a posicionarse en dicho foco en busca de los refuerzos que potencien sus plantillas de cara al segundo tramo de la temporada. En esa tesitura se encuentra el Deportivo Alavés, que busca piezas que mejoren su ataque. Pero, al mismo tiempo, hay directores deportivos y secretarios técnicos que tienen sus ojos fijados en la situación del equipo vitoriano para tratar de buscar sus propios refuerzos entre los jugadores que no cuentan con minutos para Mauricio Pellegrino. En las oficinas del Paseo de Cervantes el trabajo se centra en las nuevas incorporaciones que pretenden realizarse, pero también se mantienen los teléfonos abiertos a la espera de llamadas y propuestas para aligerar una plantilla a la que le sobran piezas.
Uno de esos casos lo representa un Manu Barreiro que apenas ha tenido oportunidades hasta la fecha y que tiene el mes de enero marcado en rojo para definir su futuro. El delantero gallego, tras dos temporadas en Vitoria, decidió permanecer en el equipo en verano para intentar hacerse un hueco en Primera División, pero en todo momento ha estado relegado a un tercer plano y su única presencia en una convocatoria, en la visita a Pamplona, llegó por la ausencia de Deyverson y la apuesta en la titularidad de Santos y Toquero, los otros dos delanteros del equipo.
La previsión es que en enero llegue un nuevo punta, por lo que la situación del gallego se complicaría aún más. Además, hay que tener en cuenta que el deseo del propio Alavés es aligerar de jugadores un vestuario actualmente sobrecargado con hasta veintisiete futbolistas entrenando habitualmente a las órdenes de Pellegrino. Dentro de todo ese bloque, hay un pequeño grupo que normalmente no realiza los ejercicios específicos de preparación táctica de los partidos con el resto, ya que las pruebas son de once contra once, y entre esos descartados Barreiro es un habitual.
El delantero de Santiago de Compostela no tiene sitio en El Glorioso, pero no por ello ha perdido cartel tras dos buenas temporadas en Segunda División. Precisamente, desde la categoría de plata le comienzan a llegar ahora cantos de sirena. Y es que nadie olvida su docena de goles -entre Liga y Copa- hace dos temporadas o los seis que consiguió la pasada a pesar de no disfrutar de demasiadas oportunidades. Los nueves siempre son jugadores cotizados en el mercado y el gallego sigue siendo un futbolista muy llamativo.
El pasado verano fueron Zaragoza y Elche los más interesados por hacerse con sus servicios, pero entonces optó por la continuidad en Mendizorroza. Ahora, uno de los primeros en mostrar su interés ha sido el Córdoba. Parece evidente que ofertas no van a faltarle y que su salida va a ser un hecho en apenas unas semanas. Y es que acaba contrato el próximo 30 de junio y no puede permitirse otra media temporada en blanco. Además, desde el club alavesista se intentará allanar el camino de salida, aunque su contrato no es difícil de asumir en Segunda al no ser de una cuantía desorbitada.
La más que probable salida de Barreiro en el mercado invernal no será la única en un Alavés que desea aligerar su vestuario, más aún teniendo en cuenta que pretende realizar un par de incorporaciones más. Una situación parecida vive Sergio Llamas, con contrato de dos años más por delante y que necesita minutos para seguir creciendo, aunque en su caso en verano las únicas propuestas que recibió fueron de Segunda B. Casos más especiales son los de los cedidos que no están teniendo oportunidades y con los que seguramente se valorará esa situación especial, al haber una tercera parte implicada en el club que ha procedido al préstamos, como ocurre con Rubén Sobrino.