Pamplona - Mauricio Pellegrino ha reiterado en varias ocasiones que no es un entrenador al que los sistemas le digan demasiado y que no se ata a una disposición táctica inamovible. Lo ha demostrado sobradamente en este arranque de curso con el Deportivo Alavés. Y es que ayer el técnico argentino echó mano de su tercer dibujo diferente en apenas once jornadas ligueras en las que tampoco ha repetido alineación ni una sola vez. Un equipo en evolución constante que sorprendió por su disposición sobre el césped de El Sadar al apostar el técnico albiazul, que siguió el derbi desde la grada al estar sancionado, por un 4-2-3-1 que no había utilizado hasta la fecha.El sistema de base de Pellegrino cuando llegó a Vitoria era el 4-3-3, que trabajó en profundidad durante una pretemporada en la que fue el único dibujo utilizado. Pero tampoco se trataba de un esquema cerrado, ya que si bien a la hora de atacar se respetaba, cuando tocaba defender se transformaba en un 4-4-2 al adelantar uno de los mediocentros su posición para realizar una presión adelantada.
sorpresa táctica Ese dibujo fue el utilizado en las dos primeras jornadas ligueras ante Atlético y Sporting -se repetiría después frente a Valencia, Granada, Málaga y Real Sociedad-, pero en la visita al Barcelona sorprendió a Luis Enrique planteando un 5-4-1 con el que cortocircuitó al equipo blaugrana. Tanto le gustó, que le dio continuidad en Mendizorroza ante el Deportivo y posteriormente lo repetiría en el desplazamiento a Sevilla y también en el último partido como local ante el Real Madrid. Con los nombres que aparecían ayer en la alineación, sobre todo por la presencia al mismo tiempo de Raúl García y Theo, todo hacía indicar que el preparador alavesista iba a repetir de nuevo esa idea de los cinco defensas con los laterales largos ante un Osasuna que precisamente recurre al mismo dibujo, aunque en su caso con tres mediocentros y dos referencias en punta. Todo el mundo se equivocó, ya que El Flaco optó en esta ocasión por la sorpresa táctica con la apuesta por un esquema que no había utilizado hasta ahora. Pellegrino restableció la línea de cuatro atrás y fue Raúl García el encargado de cubrir el lateral izquierdo, mientras que Theo adelantó varios metros para actuar como extremo izquierdo, siendo Toquero el encargado del carril derecho. Se varió también el dibujo en el centro, con una clara apuesta por el doble pivote formado por Torres y Llorente, dejando así a Camarasa liberado como mediapunta y enganche con Santos, ya que se repitió con un solo delantero.