Vitoria - En el entorno del Deportivo Alavés, la Real Sociedad siempre ha tenido más consideración de amigo que de rival. Y eso que no faltan episodios trágicos en esta relación para los donostiarras, como el inolvidable 3-2 de la temporada 2007-08, el del gol de Toni Moral que acercaba a la permanencia a los albiazules y dejaba sin ascenso a los txuriurdin. Eso años después de que los guipuzcoanos del 2-1 en Mendizorroza de la 1998-99, el del gol con la mano de Julio Salinas con Javi de Pedro pidiendo perdón a la grada por marcar, que permitió la salvación de El Glorioso. Dicho encuentro sirvió para trabar una amistad duradera que hoy pervive, una relación estrecha entre aficiones y clubes -la marcha del preparador físico Gerardo Izaguirre a la Real propició un acuerdo que recientemente ha tenido su reflejo con la disputa del Trofeo Diputación- que, además, tiene su continuidad en la conexión que la entidad del Paseo de Cervantes ha establecido con Zubieta.
Desde el desembarco de Javier Zubillaga en las oficinas de Mendizorroza, recurrir a futbolistas formados en la Real Sociedad se convirtió en una costumbre. No en vano, el riojano conoce la casa como pocos, ya fuese en su etapa como jugador -seis temporadas en el primer equipo de 1981 a 1987 tras formarse en la cantera del club- o en su periplo como técnico en las categorías inferiores. Su conocimiento del fútbol base de Zubieta y el trabajo de formación que allí se realizaba le condujo a hacer una apuesta importante por varios jugadores a los que incluso ya había entrenado en el club donostiarra.
De la mano del actual responsable del fútbol base alavesista, desembarcaron en Vitoria en la temporada 2012-13 los Manu García, Jagoba Beobide, Borja Viguera y Urtzi Iturrioz. El último tuvo una participación menor en la campaña del ascenso, pero los otros tres son historia viva del Glorioso. El riojano fue el protagonista de los goles del ascenso a Segunda División y pichichi de la categoría el año de la permanencia. El centrocampista permaneció en la entidad cuatro campañas en las que consiguió pasar de Segunda B a Primera. Lo del capitán es hecho aparte, con el mismo camino que su íntimo amigo recorrido y la guinda de haber podido debutar en la máxima categoría en su quinta temporada como albiazul.
En el tramo final de esa campaña hizo su aparición en Ibaia Alberto López. El legendario portero de la Real Sociedad daba sus primeros pasos como entrenador. Tras un paso por las categorías inferiores del Real Unión, el irundarra llegaba a Vitoria para salvar del descenso al equipo juvenil. La siguiente campaña la iniciaba como ayudante de Natxo González y después lo fue de Juan Carlos Mandiá. Ese curso lo acabó al frente del banquillo, siendo el gurú de la histórica salvación de Jaén y ganándose la continuidad durante un curso más.
En la campaña 2014-15, recurrió de nuevo Zubillaga a sus contactos en la Real Sociedad para conseguir la cesión de Marco Sangalli y apostó por un Xabi Castillo al que los problemas físicos lastraron en exceso. La apuesta se mantendría de cara a la 2015-16, con Dani Estrada y Aritz Borda, partícipes secundarios en el ascenso. Mucho más relevante fue la participación en ese hito de Gaizka Toquero, quien en su día también pasó por Zubieta cuando era juvenil y por el que desde Vitoria se apostó con fuerza para su regreso a casa.
Una decena de nombres ligados en su formación a la Real Sociedad llegaron a Vitoria de la mano de Zubillaga durante esa etapa de cuatro años en las que el riojano tendió un puente con Zubieta. Y alguno más que pudo llegar, ya que la pasada campaña se negoció una cesión que iba englobada dentro del acuerdo de salida de Gerardo Izaguirre hacia Anoeta, aunque finalmente desde el Alavés se desechó esa opción. Eso por no hablar de la insistencia del por entonces director deportivo alavesista por hacerse con otro futbolista formado en la base realista como Javi Ros, que nunca llegó a fructificar pese a intentarlo cada vez que el mercado le dio ocasión.
Esta profusión en la apuesta por jugadores formados en la Real de la etapa de Zubillaga contrasta con un período anterior en la que desde Vitoria se buscaban mercados muy diferentes al del entorno. La anterior llegada de un futbolista formado en Zubieta fue la de Jules Pardo en la campaña 2010-11. Anteriormente, en la 2008-09 Gaizka Garitano cambió el azul y blanco realista por el alavesista, mientras que en la 2007-08 Dalibor Stevanovic llegó a Vitoria enmarcado dentro de la operación que llevó al prometedor Alberto Morgado a Anoeta. Para encontrar el anterior ejemplo hay que remontarse al mercado invernal de la 1997-98, cuando desde Donostia llegó a la capital alavesa Alberto Albistegi, pieza clave en la segunda vuelta para el ascenso a Primera División.