Los estadios de Primera, en fase de actualización

El color azul se ha adueñado de las gradas del renovado Mendizorroza.

Vitoria - Tras conseguir el saneamiento económico de los clubes e incrementar significativamente los ingresos de los mismos a través del nuevo contrato televisivo, una de las vías de actuación a medio plazo de la Liga de Fútbol Profesional pasa por la modernización y mejoría de los estadios. Un proceso en el que varios de los actuales integrantes de Primera División ya están trabajando y en el que el Deportivo Alavés ya ha comenzado a dar sus primeros pasos. La idea de Josean Querejeta pasa por una ampliación de Mendizorroza hasta los 30.000 asientos, la modernización de una instalación a la que ya se le ha lavado la cara este verano -desde la entidad se asegura que se han desembolsado alrededor de tres millones de euros en reformas- y la potenciación de un entramado comercial ligado al crecimiento del propio estadio.

Tras el ascenso a Primera, Josean Querejeta considera que es indispensable ampliar la capacidad de Mendizorroza y en su mente perfila ya un estadio con capacidad para 30.000 personas, lo que supondría un incremento superior al 50% con respecto a los 19.840 que registra oficialmente -en realidad son menos, ya que con la última reforma ejecutada se han perdido algunos asientos- desde su última renovación en el verano de 1998 coincidiendo con el ascenso del equipo vitoriano a la máxima categoría.

Las obras llevadas a cabo durante el verano para adecuarse a las exigencias de la LFP han permitido la modernización de las instalaciones, pero Querejeta quiere contar con un mayor potencial de asistencia en una faceta, la de la masa social, en la que el club ha crecido de manera llamativa a lo largo de los últimos años. En la etapa en Segunda B apenas había cinco mil socios, una cifra que ahora se va por encima de los quince mil. Ya en su largo mandato al frente del Baskonia se ha caracterizado por buscar el crecimiento en base a las mejoras del recinto deportivo -paso de Mendizorroza al Pabellón Araba y dos posteriores ampliaciones del mismo, ya renombrado como Buesa Arena-, pero se trata de una política que gran parte de los clubes de Primera están siguiendo en estos momentos.

Y es que los estadios del fútbol español no se caracteriza, de manera mayoritaria, por su juventud. La mayoría están ya muy envejecidos ya han sufrido pocas renovaciones desde que se erigieran. El último gran lavado de cara colectivo se produjo con la disputa del Mundial de 1982 y el fracaso de la candidatura ibérica para organizar ese mismo evento en 2018 echó por tierra la necesaria remodelación de muchas de estas instalaciones.

plazos largos El problema en la mayoría de los casos es la propiedad pública de la mayoría de los estadios y, hasta ahora, la escasa capacidad económica de muchos clubes. La inyección monetaria del contrato televisivo aporta a las entidades deportivas unas opciones mucho mayores, mientras que las instituciones no ven con malos ojos las actualizaciones de sus instalaciones siempre que no les suponga un sobrecoste excesivo. Además, han entrado en liza inversores ajenos a ambos ámbitos que han propiciado la puesta en marcha de diversas obras.

El último estadio en estrenarse en el fútbol español fue San Mamés (53.289 espectadores), que vivió su puesta de largo hace tres años, mientras que en 2009 se inauguró el RCDE Stadium del Espanyol (40.500). La apuesta por una instalación completamente nueva no es la más normal, ya que la inversión que se precisa es enorme, pero de cara a la próxima temporada se espera el traslado del Atlético de Madrid a La Peineta (67.000), que se encuentra en plena fase de remodelación. Más largo se lo fían al Valencia, dentro de un proceso de cambio de estadio que lleva desde 2009 parado por la crisis, pero que se ha relanzado desde la llegada de Peter Lim y que podría concluir con la apertura del Nou Mestalla (61.500) en el inicio de la temporada 2019-20.

La vía mayoritaria pasa por la remodelación de los estadios sobre la base actual. Es la fórmula elegida por el Barcelona y el Real Madrid para ampliar y modernizar sus instalaciones. El Nou Camp Nou está proyectado para acoger a 105.000 espectadores y, según las predicciones más optimistas, estaría listo para 2022. La remodelación del Santiago Bernabéu, tras superar diversas trabas legales, está prevista para 2018 y se pretende cubrir todo el estadio y alcanzar los 85.000 asientos. La previsión es que los dos grandes del fútbol español inviertan más de 400 millones de euros cada uno en esta mejora.

La envergadura del resto de remodelaciones en marcha es menor. En el caso del Celta, durante estas semanas se está llevando a cabo la remodelación de Balaídos para cubrir sus gradas, acercarlas al césped y ampliar ligeramente su capacidad hasta los 31.000 asientos. Otro recinto que se encuentra actualmente en obras es el Benito Villamarín. El Betis ha recuperado un plan de 1999 para completar el Gol Sur y ampliar la capacidad del estadio hasta los 61.000 espectadores. Estos dos clubes prevén que las obras finalicen en 2017, lo mismo que el Las Palmas, ya que el estadio Gran Canaria está en fase de ampliación desde el ascenso del club. A más largo plazo, 2019, se mueve el horizonte en el que el Eibar tiene previsto concluir la remodelación de Ipurua -desde su ascenso, poco a poco ja ido incrementando su capacidad- para alcanzar los 9.000 asientos.

Después de varios retrasos, en 2017 pretende iniciar la Real Sociedad la remodelación de Anoeta. Lo más relevante del proyecto es la desaparición de la pista de atletismo, lo que permitirá acercar las gradas al césped y crecer hasta los 42.300 asientos.

El resto de clubes viven, en este sentido, relativamente tranquilos, aunque casi todos ellos están aprovechando su mayor capacidad económica para afrontar reformas internas y modernizar las instalaciones. Es lo que, como el Alavés, han hecho casi todos los últimos ascendidos. Por ejemplo, el Leganés ha superado los 10.000 asientos este verano y quiere llegar a los 12.000. Pocos son los que se escapan a esa fiebre latente de profundos cambios en las instalaciones deportivas. Un carro al que El Glorioso está decidido a subirse.

Por capacidad

Camp Nou99.354

Santiago Bernabéu81.004

Mestalla55.000

Vicente Calderón54.907

San Mamés53.289

Benito Villamarín51.700

Sánchez Pizjuán42.714

RCDE Stadium40.500

Riazor34.600

Anoeta32 076

Gran Canaria32.392