Vitoria - El capitán albiazul Manu García fue uno de los que más saboreó y disfrutó la fiesta del pasado 29 de mayo con el ascenso. Vitoriano del colegio San Viator siempre tuvo en su mente la gran ilusión de llegar a Primera División militando en el equipo de su ciudad. Ahora, a los 30 años, se le presenta la posibilidad de cumplir el sueño de codearse con esas grandes estrellas que, hasta la fecha, tenía que limitarse a ver por televisión en los resúmenes dominicales. Poco podía imaginarse el centrocampista que cuando recaló por fin en el equipo de sus ciudad, en el verano de 2012, iba a sucederse un cúmulo de éxitos que en solo cuatro temporadas devolvería al Alavés a lo más alto del panorama futbolístico nacional. Es el único superviviente de aquel grupo de jugadores que llegaron al club en la temporada del salto al fútbol profesional, de la mano de Natxo González, el 1 de junio de 2013. Jagoba Beobide ha sido su fiel compañero de aventuras pero el azpeitiarra ha dejado este verano el Alavés y también puede presumir de ese mérito aunque no llegará a jugar en Primera División.
Manu García se ha labrado una carrera en el fútbol con ocho temporadas en las catacumbas de Segunda División B, con el paso por la Real Sociedad B, Real Unión, Eibar, Logroñés y el propio Alavés antes de iniciar su ascensión como referente de la entidad albiazul - J. L. del Campo