Vitoria - Los amistosos de pretemporada del Deportivo Alavés discurren por una senda de la que el equipo de Mauricio Pellegrino no es capaz de desviarse ni un milímetro. Seis son los encuentros ya disputados y cuatro de ellos han finalizado con 0-0 en el marcador. Y bien pudieron ser cinco de no mediar un penalti en el último minuto en el triangular de Santander en el duelo final ante el Sporting. Solo el partido contra el Huesca, saldado con 2-1, se escapa de esa tendencia del Glorioso de no conseguir marcar, pero al tiempo mantenerse sin encajar. Eso sí, la sexta edición del Trofeo Virgen Blanca se la llevó el Zaragoza al ser el menos malo -una tanda de esas que se recuerdan por lo penosa de la misma- en los lanzamientos desde el punto de penalti.
Dispuso Pellegrino de inicio un once que se puede parecer mucho al que dentro de apenas dos semanas abrirá el telón de la nueva temporada en la visita al Atlético de Madrid. Con la certeza de que Theo, que se estrenó ayer, no puede jugar dicho encuentro y su lugar lo ocupará Raúl García, las principales dudas dentro del 4-1-4-1 del argentino pueden estar en el eje de la zaga, donde ayer actuó Alexis y podría entrar Laguardia; el extremo derecho donde el habitual es Toquero pero con Edgar y Sobrino con opciones; y en una punta de ataque en el que el ayer titular Santos y Deyverson luchan por ser el nueve.
El citado estreno de Theo y también el de Ibai Gómez fueron ayer las grandes novedades. Y la conexión por la banda izquierda entre estos dos jugadores fue de los más destacado del Alavés en la primera parte. Raúl García pudo comprobar de primera mano que va a tener seria competencia en el lateral, ya que el joven jugador llegado del Atlético dejó muchos y muy buenos detalles, sobre todo en el plano ofensivo. Así, un centro suyo desde el costado lo cabeceó fuera Santos en la acción de mayor peligro de la primera parte.
De nuevo evidenció el cuadro albiazul sus problemas en los metros finales para definir en sus llegadas, pero también su capacidad para cortocircuitar a los rivales y generarles enormes problemas en la circulación del balón. Eso sí, alarmantes fueron ayer los problemas de compenetración entre Feddal y Alexis y varios fallos del segundo que son impropios de un jugador de su experiencia. Cuestiones a corregir con el tiempo y, se quiera o no, lógicas entre jugadores que apenas acumulan unos pocos días entrenando juntos. Sin duda, el principal problema de este Alavés de cara a un arranque de temporada en el que el tiempo se le va a echar encima sin haber tenido espacio para conseguir un mínimo de compenetración entre muchas piezas desconocidas.
En la segunda parte llegaron los cambios y también el grado de agresividad sobre el césped se elevó unos cuantos grados. Ni mucho menos pareció el de ayer un amistoso, ya que el Zaragoza de Luis Milla también estaba realizando una prueba importante para su estreno liguero dentro de dos semanas. Hubo entradas fuertes, encontronazos y algo más que amagos de tangana. Y con el alboroto también se cortó el ritmo de un partido que fue decayendo con el correr del reloj.
Por parte albiazul, llegó el estreno de Pantic -como lateral derecho- y nuevos minutos para Edgar, Deyverson, Sobrino, Barreiro y Laguardia. El extremo canario volvió a recuperar su versión más incisiva partiendo desde la banda derecha, mientras que el delantero brasileño sacó a relucir su carácter de rematador nato con un par de disparos de enorme peligro.
En el otro lado de la balanza, Pacheco, quien no ha encajado ni un solo gol en toda la fase de preparación, volvió a hacer gala de sus enormes virtudes dejando un par de esas intervenciones que le convierten en un guardameta de categoría superior. Por ese lado, la confianza tiene que ser absoluta en el extremeño, al que le espera un año de muchísimo trabajo en el que su buen rendimiento se antoja fundamental. Con un nuevo 0-0 al final, la identidad del ganador del Trofeo Virgen Blanca se definió en una tanda de penaltis en la que el Zaragoza fue el menos malo. - DNA