Vitoria - Manel Comas acuñó expresiones para la eternidad en el mundo de la canasta, pero alguna de ellas es fácilmente trasladable al balompié. Una de ellas hacía referencia al momento en el que llegaban los partidos por el título con las eliminatorias en la Liga ACB. “En tiempo de play off, cualquier agujero es trinchera”, sentenció el catalán. Y es que cuando llegan los encuentros determinantes todas las argucias que están en la mano se convierten en lícitas. El fin justifica los medios. Y ejemplos los hay a patadas en una Liga Adelante que vive caldeada cuando se encara la recta final del curso.
Hay dos apartados hacia los que se suele desviar la mirada llegado este momento: maletines y arbitrajes. Los unos y los otros comienzan ya a ser protagonistas, sobre todo después del último fin de semana y cuando en apenas siete días en Segunda División se van a disputar tres partidos decisivos. Todos quieren arrimar el ascua a su sardina y se emplean todos los recursos de los que se disponen. Y, en esta tesitura, el gran protagonista de los últimos días es un Zaragoza que ha estallado tras perder en Soria.
“Ha sido una vergüenza, con todo lo que nos estamos jugando. Nos han quitado dos puntos. No se pueden tolerar árbitros de este tipo. Llevamos toda la temporada callados, como ya estuvimos todo el año pasado pese a tener arbitrajes dudosos. Que no nos den nada, pero que tampoco nos quiten. Este árbitro no tiene nivel para arbitrar un partido así, no es de los mejores y tiene siempre problemas en este tipo de partidos. Hemos sido muy educados hasta ahora, pero lo de hoy ha sido un escándalo”, espetó el presidente del Zaragoza, Christian Lapetra, tras el final del partido en Los Pajaritos que su equipo empató tras ir 0-2 y sufrir la expulsión de Dorca.
Eso ocurría en los micrófonos de los medios, ya que en la zona de vestuarios era el director general deportivo del club, Carlos Cuartero, el que cogía por banda al colegiado López Amaya. “Una vez finalizado el partido, cuando nos dirigíamos a los vestuarios, dentro del túnel de acceso al mismo, se dirigió una persona hacia mí diciéndome ¡Nos estamos jugando mucho, nos estamos jugando mucho!, todo ello a viva voz y con los brazos en alto. Siendo identificado por las fuerzas del orden público como Luis Carlos Cuartero”, redactó el árbitro en el acta.
Lapetra y Cuartero se reunieron ayer con el presidente del Comité Técnico de Árbitros, Victoriano Sánchez Arminio. Un organismo que ha denunciado al primero por sus declaraciones, por las que se expone a una sanción económica. Mientras, el segundo está a expensas de resolución de sanción por parte de un Comité de Competición que ya castigó con tres partidos a Lluís Carreras por su expulsión en Soria por protestar, negarse a abandonar el banquillo y quedarse en una zona prohibida como el túnel de vestuarios.
El propio técnico, además de quejarse del arbitraje, también mostró su sorpresa por la actitud del Numancia, deslizando la sombra de los maletines. “Si el Numancia hubiera jugado así todos los partidos, iría primero”, señaló. Una duda al aire lanzada precisamente desde Zaragoza, donde la historia en estos casos arroja demasiada oscuridad y está pendiente de resolución el juicio por un presunto amaño del un partido con el Levante cuando Agapito Iglesias era presidente. Cuando varios equipos ya no se juegan nada en el tramo final, las dudas van a flotar en el ambiente permanentemente en el caso de los perjudicados.
tranquilidad en vitoria Desde la capital aragonesa se ha alzado la voz claramente en los últimos días, pero en tono bajo no son los únicos que están quejosos. Por ejemplo, el Leganés encadena dos partidos consecutivos acabando en inferioridad numérica cuando anteriormente solo había sufrido otras tres expulsiones. Y ya le han señalado ocho penaltis en contra en lo que va de curso, el tercer equipo más perjudicado en este sentido. “Parece que nos hace falta más que a los demás para ganar”, dijo el guardameta Jon Ander Serantes tras el partido en Tarragona. Quejas en voz baja, ya que la postura oficial la mantiene el técnico Asier Garitano. “No es sencillo para nadie. Los arbitrajes también están cargados de tensión en el final de temporada”, señaló el domingo. Eso sí, de puertas para adentro el malestar existe.
En Tarragona reina ahora la calma, pero también ha habido episodios en los que las cargas de profundidad contra los arbitrajes han sido públicas. Por ejemplo, el técnico Vicente Moreno se quedó de los tres goles del Córdoba en el empate en el Nou Estadi, mientras que Sergio Tejera no se mordió la lengua. Hay malestar en el grupo por alguna decisión que no nos ha beneficiado. A veces no sabes qué es mejor, si callarte o decirlo. Estamos a la espera de que al final de temporada se equilibre”, dijo hace un par de meses.
Mientras tanto, en Vitoria impera la calma chicha. En el vestuario alavesista se ha asumido ya que la tendencia no va a variar ni un ápice y que no se van a encontrar con ningún regalo. Sin ir más lejos, de nuevo el arbitraje de Arcediano Monescillo en Alcorcón fue en exceso riguroso. El equipo vitoriano encabeza los listados de amonestaciones y expulsiones y solo le han señalado dos penaltis a favor en toda la temporada y otros tantos en contra que, además, no fueron. El club ya se quejó en su momento, lo mismo que Bordalás. Y la situación no ha mejorado en nada porque los colegiados, en demasiadas ocasiones, sigue siendo excesivamente quisquillosos. Pero, como siempre en el deporte, las protestas solo llegan cuando aparecen las derrotas.