Alcorcón - Golpe de mano el que ayer dio el Deportivo Alavés en Santo Domingo y que le permite apuntalar un poquito más el sueño del ascenso a Primera División por más que su máximo responsable, José Bordalás, insistiera ayer ante la euforia del alavesismo en que la “humildad” debe ser el único camino posible hasta el final de temporada. “Hemos dado un paso importante pero no hemos hecho nada aún. Estamos muy felices todos y contentos pero insisto en que no hemos hecho aún nada. Hay que seguir trabajando con mucha humildad porque esto va a a costar mucho todavía”, valoró el técnico alicantino, que apenas se molestó después ante las quinielas que sitúan al Alavés fuera de los puestos de ascenso al final de temporada. “Es cierto, se lleva diciendo mucho tiempo que vamos a caernos de ahí arriba y parece que los profesionales no apuestan por nosotros pero a mí me gusta eso de no ser favorito. Por eso insisto en que tenemos que seguir trabajando con humildad como hasta ahora, es la mejor receta”, abundó Bordalás.

Respecto al golpe en la mesa de ayer ante el Alcorcón -es el tercer equipo esta temporada que logra llevarse los tres puntos de Santo Domingo-, que pone a tiro el ansiado ascenso para el Glorioso, el preparador albiazul reconoció ser incapaz de quitar la ilusión a la gente e incluso al propio vestuario -“el ambiente al final del partido era espectacular”, dijo-, pero enseguida matizó: “Todo eso está ahí y está muy bien pero la realidad es bien distinta. Queda mucho aún y el domingo recibimos a un equipo como la Ponferradina que se juega la vida. Disfruto y me alegro de la ilusión de la gente, pero no hemos hecho aún nada. Nos queda mucha humildad hasta el final”, reiteró con la paciencia de quien se sabe ya veterano en este tipo de finales de campeonato tan apretados.

Del propio partido, el técnico albiazul se felicitó por sumar su novena victoria como visitante pero, sobre todo ayer, de haber “sabido manejar un partido de mucha tensión”, algo que el equipo consiguió a partir de una solidez incontestable. “Hemos tenido que defender con mucho orden y sin fisuras, y hemos sabido sufrir hasta el final con un equipo que tiene un potencial enorme. Así que había que estar muy juntos y ordenados y lo hemos hecho”, se congratuló antes de felicitar, como es costumbre siempre en todas sus comparecencias, a los cerca de medio millar de aficionados que se desplazaron hasta la localidad madrileña. “Sabéis de sobra lo que pienso de este asunto así que no puedo más que darles las gracias de nuevo a todos, incluso a la propia afición local, que me ha tratado con mucho cariño”.

Manu García En parecidas coordenadas de ilusión contenida se manifestarían después el resto de jugadores que pasaron por la zona mixta del estadio madrileño. Uno de ellos, el capitán, Manu García, volvió a ejercer en los micrófonos de Radio Vitoria como el termómetro perfecto para medir la temperatura real del vestuario. Y en este sentido, el diagnóstico del vitoriano no defraudó. “Estamos contentos por el resultado y por la gente, por la efectividad y por seguir sumando. Estamos en una buena situación y nos merecemos estar donde estamos ahora mismo, en una situación privilegiada. Pero tenemos los pies en el suelo y así, pasito a pasito a ver hasta dónde llegamos... Somos un muy buen equipo donde todos sumamos y por eso somos fiables. La afición tiene que saber que muchas de las posibilidades del ascenso pasan este domingo por Mendizorroza”, alentó el jugador vitoriano.