Vitoria - No anda José Bordalás sobrado de piezas que dispongan de su plena confianza, por lo que la presencia de todos y cada uno de esos jugadores que han sido importantes a lo largo de todo el curso se antoja como trascendental en el tramo final de la temporada. Por eso, la posibilidad de que Javi Carpio pueda estar disponible para el partido del sábado contra el Mallorca no puede ser otra cosa que una gran noticia para el preparador alavesista. Entre el esguince de hombro que sufrió anteriormente y la rotura de fibras que padeció en Girona, el lateral derecho apenas ha podido jugar en los últimos meses y su ausencia ha supuesto un lastre para los planes del técnico.

Carpio ha sido una pieza indispensable a lo largo de buena parte del curso, pero esas dos lesiones prácticamente encadenadas han propiciado que solo haya podido completar dos de los nueve últimos partidos. En primera instancia, Bordalás optó por Estrada, su relevo natural en el lateral diestro, pero su bajo rendimiento le llevó a reubicar a Femenía en dicha posición. De esta manera, el hueco del salmantino quedaba bien cuebierto, pero a costa de perder en el extremo a uno de los jugadores más desequilibrantes y el más veloz del equipo, una ausencia que se ha notado en el rendimiento ofensivo albiazul.

Carpio se reintegró ayer al grupo, apenas diez días después de la pequeña rotura de fibras que sufrió en Girona. Apurando los plazos al máximo, ya que el período de baja estimado en estos casos es de un par de semanas. Pero no es la primera vez esta temporada que algún jugador alavesista y el propio cuerpo técnico asumen riesgos en las reapariciones, ya que el episodio se ha repetido varias veces.

El posible regreso de Carpio le supondría un alivio a Bordalás, que podría manejar muchas más alternativas en ataque al contar con un lateral puro y poder así colocar de nuevo a Femenía como extremo. La continuidad del trivote parece clara en el duelo con el Mallorca, por lo que el desplazado del once titular podría ser de nuevo un Dani Pacheco que está partiendo desde el banquillo a domicilio.