Vitoria - Afronta el Deportivo Alavés otro de esos duelos que presentan muchas más complicaciones de las que puede describir la clasificación. En una Liga Adelante tremendamente igualada, el cuadro albiazul se encuentra en una fase del calendario en la que se tiene que enfrentar a auténticos especialistas en robar puntos a los equipos que encabezan la clasificación. Ya sufrió a uno de esos ladrones en carnes propias El Glorioso en su último duelo ante el Tenerife y lo que le espera en su visita de mañana al Girona es de una exigencia parecida. Y es que el cuadro gerundense mantiene todavía firmes sus aspiraciones de play off a base de ir picando puntos por aquí y por allí, sobre todo en sus duelos con los mejores equipos de la categoría. Ganar en Montilivi no será sencillo; conseguirlo, supondría dar un golpe sensacional sobre la mesa.

En esta Segunda División hay muchos equipos que se les atragantan a los que la clasificación señala como los mejores. El Girona es uno de ellos. No puede ser de otra manera en el caso de un conjunto que solo ha perdido nueve partidos en lo que va de curso -el sexto de la categoría, solo una derrota más que el propio Alavés-, que tiene el empate como una de sus señas de identidad (trece igualadas, el cuarto en este sentido) y con una portería tremendamente complicada de batir en la que, con 26 goles encajados, Isaac Becerra comparte el Trofeo Zamora con Jon Ander Serantes, del Leganés. Un cóctel que convierte al equipo de Pablo Machín en un hueso muy duro de roer.

El Alavés afronta el reto de convertirse en el primer equipo que gana en dos ocasiones a los gerundenses en la presente campaña tras su agónica victoria en la primera vuelta. Numancia, Nàstic, Mirandés y Lugo lo intentaron antes, sin éxito. Y la opción, después del conjunto vitoriano, solo la tendrán Córdoba, Elche y Alcorcón. Siete tropiezos correspondientes todos ellos a la primera vuelta, ya que en la segunda los catalanes solo han perdido ante el Almería, su única derrota en sus últimos doce compromisos, en los que ha cosechado 23 puntos de los 36 que se han puesto en juego. Registros que convierten a los de Machín en uno de los equipos más peligrosos del momento después de una primera vuelta en la que defraudaron después de rozar el ascenso la pasada campaña.

un estilo muy definido El Girona que no subió con 82 puntos por vía directa -el Sporting ascendió con esa misma cifra gracias al gol average general- y que sucumbió en la primera eliminatoria de play off al caer en casa 1-4 ante el Zaragoza tras haber ganado 0-3 en La Romareda se plantó en la parrilla de salida de la Liga Adelante como aspirante claro al ascenso. Más por su pasado que por sus condiciones -es uno de los presupuestos más bajos de la categoría-, ya que la última campaña sorprendió con un fútbol espectacular. Pero a los de Machín se les atragantó la primera vuelta -solo seis victorias- y su pelea ahora se centra en el play off del que se encuentra a solo tres puntos.

Eso sí, el regente de Montilivi es un equipo que se atraganta. De la zona noble, el Alavés es uno de los pocos que puede vanagloriarse de haberle ganado. Por ejemplo, el Leganés empató sus dos duelos con los catalanes. El Oviedo solo ha ganado un punto en estos duelos, lo mismo que Zaragoza u Osasuna. Los más agraciados en la zona alta, de entre los que han completado ya los dos enfrentamientos directos, Nàstic y Lugo con los cuatro puntos ganados ante los franjirrojos.

El sello de Machín viene marcado por un dibujo 3-5-2 de marcado carácter ofensivo y mediante el que genera superioridad en el centro del campo que es muy difícil de contrarrestar -su principal debe se encuentra en los laterales cuando los carrileros no bajan a tiempo para defender y dejan desguarnecidos a tres centrales muy altos y bastante lentos-, pero que esta campaña se está topando con la falta de efectividad de los gerundenses de cara a la portería rival.

Y es que se mal que afecta a la mayoría de los equipos que mejores registros defensivos presentan también se ha trasladado a Montilivi. Los siete goles de Mata son la referencia de una vanguardia que no está ofreciendo un buen rendimiento -la lesión de Sobrino les ha hecho mucho daño-, pero los catalanes han compensado ese mal con un enorme peligro en la estrategia, ya que cuentan con un catálogo de acciones muy amplio y grandes rematadores.