vitoria - Este fin de semana la Segunda División se sumerge de lleno en la fase decisiva del campeonato arrancando la disputa de las diez últimas jornadas que acostumbran a servir para colocar a cada uno en el lugar que le corresponde a la conclusión del ejercicio. El Deportivo Alavés, de regreso a lo más alto de la clasificación, inicia este camino que puede conducirlo hasta la gloria en apenas dos meses con un doble reto sobre la mesa. Pese a que, a priori, la visita del Tenerife a Mendizorroza de este domingo no parece reunir los condicionantes para considerarla un choque especialmente significativo, lo cierto es que se ha ganado a pulso esta consideración por varios motivos.

Para empezar por el simple hecho de que el siempre caprichoso calendario ha querido que sirva de pistoletazo de salida para el último gran sprint de la temporada. Como segundo aliciente aparece la posibilidad de que El Glorioso mantenga la racha positiva iniciada en Córdoba y continuada en Albacete sumando la tercera victoria consecutiva que le garantizaría disfrutar al menos durante una semana más del liderato. Pero, sobre todo, son otros dos los motivos que convierten el duelo ante la escuadra insular en un doble desafío de entidad para el combinado de José Bordalás.

El más importante es el escenario en el que tendrá lugar la contienda, el coliseo del Paseo de Cervantes. Un estadio en el que, pese a disfrutar del incondicional apoyo de su afición, el Alavés no está ofreciendo últimamente un rendimiento demasiado óptimo. De esta manera, hace ya dos meses que no permite a sus seguidores disfrutar del agradable saber de la victoria en directo. Fue en concreto en la 24ª jornada del campeonato, cuando el equipo vitoriano se impuso al Llagostera (1-0) gracias al solitario gol de Toquero.

Desde entonces ha transcurrido mucho tiempo y se han producido otras tres comparecencias ligueras en Mendizorroza que han concluido con idéntico balance, un empate que solo ha dejado un punto en el casillero alavesista. Un bagaje escaso para un conjunto que tiene como claro objetivo ya a estas alturas conseguir el ascenso directo a la Primera División y que aspira a convertir su feudo en el fortín del que surja su principal fortaleza.

Por eso, reencontrarse con el triunfo como local se ha convertido en un objetivo ineludible para los de Bordalás, que no quieren dejar pasar de largo la primera oportunidad que les plantea la competición para conseguirlo. Si desean ser capaces de lograrlo, necesitarán mejorar en uno de los aspectos que más les ha penalizado en sus últimas citas en el Paseo de Cervantes, su producción ofensiva. Y es que a lo largo de los 270 minutos de juego ante Almería, Zaragoza y Lugo únicamente ha sido capaz de anotar un gol en la primera de esas citas. En las dos restantes, el marcador reflejaba a la conclusión de las mismas el mismo 0-0 con el que arrancaron.

Así pues, la escuadra albiazul tendrá que mantener el olfato goleador que ha recuperado en Córdoba y Albacete para tener opciones de derrotar al Tenerife. Algo que no será en absoluto sencillo. Y es aquí donde aparece el segundo gran desafío al que se enfrente El Glorioso este domingo. Porque el adversario que se encontrará enfrente se ha convertido en los últimos tiempos en un muro absolutamente impenetrable.

De hecho, la escuadra insular acumula ya nada menos que cinco encuentros consecutivos manteniendo su portería a cero. Ni Almería, ni Leganés, ni Zaragoza, ni Osasuna ni Lugo han conseguido hacerle un gol. El último que lo logró fue el Mirandés el lejano 28 de febrero en Anduva. Pero para desgracia del conjunto burgalés ese acierto no se tradujo en puntos, ya que el Tenerife regresó a casa con el triunfo tras acabar el duelo 1-2.

Un resultado que lleva a otro dato que invita a estar más que alerta con la visita chicharrera. Porque, al margen de su solidez defensiva, el equipo que entrena Martí se encuentra en un momento excelente a todos los niveles que le permite disfrutar de una brillante racha de siete jornadas consecutivas sin conocer la derrota. Un tiempo en el que ha sumado quince puntos -merced a las cuatro victorias y tres empates cosechados- que le han llevado a ilusionarse con la posibilidad de pelear por el play off de ascenso, del que ahora le separan tres puntos.

Vuelta a casa. Tras dos salidas consecutivas con pleno de efectividad, el Deportivo Alavés regresa este domingo a su feudo de Mendizorroza.

Dos meses. El cuadro albiazul arrastra una cuenta pendiente en su estadio del Paseo de Cervantes, ya que hace dos meses que no gana ante su afición. La última victoria data del 7 de febrero, cuando se impuso 1-0 al Llagostera en la 24ª jornada.

Pólvora mojada. En los tres partidos que ha jugado en Mendizorroza desde entonces el equipo ha sumado únicamente otros tantos empates y solo ha sido capaz de marcar un gol, en la primera de esas citas ante el Almería.

Tenerife, un muro. El adversario de este domingo acumula nada menos que 461 minutos (más de cinco partidos) sin encajar un gol.

Racha excelente. El rendimiento del Tenerife está siendo excelente a todos los niveles, ya que además de su solidez defensiva ha logrado enlazar siete partidos seguidos sin perder.