vitoria - Seis largas semanas ha permanecido el Deportivo Alavés sin poder disfrutar del dulce sabor de la victoria. Un largo ayuno -en el que pese a todo ha conseguido mantener su puesto de ascenso directo- que afortunadamente concluyó el pasado domingo en Córdoba, escenario ideal para conquistar un triunfo de vital importancia. No solo por la necesidad de volver a sumar puntos de tres en tres y ahuyentar los posibles fantasmas que pudieran aparecer por el horizonte para recuperar la confianza sino también porque se antoja el momento ideal para dar carpetazo a una fase complicada de la competición y abrir una mucho más esperanzadora.
Esa debe ser la principal lectura del excelente resultado cosechado por la tropa de José Bordalás en el Nuevo Arcángel. Más allá de salvar la segunda posición ante el asedio del Nàstic y reducir la desventaja respecto al líder Leganés, lo más positivo es que El Glorioso ha logrado salir indemne de la dura cordillera de montañas a las que ha tenido que enfrentarse en los últimos tiempos para poder disfrutar, desde el punto más elevado de la misma, de un paisaje bastante menos escarpado.
Una de las grandes máximas del fútbol asegura que los premios de final de curso se deciden en las diez últimas jornadas de los campeonatos y esa es precisamente la fase en la que está a punto de entrar la Liga Adelante. En concreto, a los componentes de la categoría de plata del fútbol español les restan once encuentros por disputar y, con las aspiraciones de cada uno ya perfectamente definidas, será en ellos en los que se adjudiquen las notas definitivas a sus méritos.
Por lo que respecta a la escuadra de Mendizorroza, se zambulle en este tramo en el que no hay lugar para las dudas ni los errores contando, a priori, con la ayuda de un inesperado aliado. El calendario. Y es que tras tener que someterse durante las semanas recientes a la exigencia de medir sus fuerzas con los primeros clasificados, el Alavés tiene por delante ahora duelos con rivales que están ubicados en la zona media-baja de la tabla. En principio, bastante más asequibles.
El conjunto vitoriano encara esta fase definitiva, además, con el refuerzo moral que le ha supuesto la gran victoria sobre el Córdoba. Un triunfo que le ratifica en sus convicciones y en que el exitoso camino recorrido hasta el momento no es ni mucho menos fruto de la casualidad. Con ese aval y la privilegiada situación que ocupa en la clasificación enfila las últimas etapas de una exigente maratón que puede recompensarle con el enorme premio del ascenso directo a Primera División.
A priori, el nivel de dificultad del camino que le resta por recorrer es menor al que ya ha completado. Bien es verdad que aquellos equipos que luchan por evitar el descenso afrontan cada partido con el cuchillo entre los dientes y como si fuera el último de sus vidas pero tampoco lo es menos que si se encuentran en esa situación a estas alturas es porque no han realizado méritos par mucho más. Por otro lado, El Glorioso se va a encontrar también con escuadras instaladas en la zona templada que ya no cuentan con demasiadas aspiraciones de ir hacia arriba ni tampoco sienten cercano el peligro de los últimos puestos. Un escenario que debería ser propicio para que el plantel vitoriano lleve a cabo una buena recolecta de puntos. En la primera vuelta, fue capaz de conseguir 23 puntos en estos once partidos. Una cifra que trasladada a la situación actual supondría acabar el curso con 76 en el casillero y el ascenso asegurado. Aunque será complicado repetir tanto nivel de acierto, incluso con un balance inferior puede llegar para regresar a la Liga de las estrellas.
La primera de estas once etapas definitivas será el próximo domingo en Albacete, tercero por la cola. Una semana más tarde, el Alavés recibirá al Tenerife, 14º clasificado en tierra de nadie. Situación parecida a la del Girona, undécimo con 44 puntos, que será el siguiente rival albiazul. El próximo en pasar por Mendizorroza será el Elche, décimo, antes de que los de Bordalás visiten Mallorca (en problemas aún para escapar del descenso) y vuelvan a actuar como locales ante un Valladolid (13º) que no termina de engancharse a la cabeza. La jornada 38ª depara la salida más complicada hasta ahora, ya que el equipo se desplazará a Alcorcón (9º con 45 puntos) para medirse a un contrincante que todavía continúa soñando con la promoción. A renglón seguido, recibirá a la Ponferradina, vivirá el derbi con el Athletic en San Mamés y ejercerá de anfitrión de nuevo con el Numancia. Todo ello en apenas siete días y frente a conjuntos que, para ese momento, pueden haber certificado ya definitivamente su salvación o el descenso a la categoría de bronce. Por último, el primer fin de semana de junio, El Glorioso bajará el telón de la Liga visitando al Nàstic, su inmediato perseguidor en estos momentos. Se trata del único choque ante un bloque de la zona alta pero, si todo va bien, puede que en ese momento el billete de vuelta a Pimera División ya esté en el Paseo de Cervantes.
Después del gran triunfo cosechado en la visita al Córdoba, José Bordalás decidió recompensar a sus jugadores con dos días de descanso. De esta manera, el equipo regresará al trabajo mañana miércoles por la mañana.
Triunfo clave. La victoria sobre el Córdoba llegó en el momento en el que el Alavés cerraba una exigente fase del campeonato en la que se ha medido a equipos de la zona alta como Oviedo, Mirandés, Leganés, Zaragoza, Osasuna, Lugo o Córdoba.
Albacete-Alavés. El cuadro manchego ocupa plaza de descenso con solo 29 puntos.
Alavés-Tenerife. Los insulares son 14º y se mueven en tierra de nadie con 42 puntos.
Girona-Alavés. El cuadro catalán es undécimo y aún sueña con el ‘play off’ pero adolece de falta de regularidad.
Alavés-Elche. Los ilicitanos viven una situación similar y ahora son décimos con 45 puntos.
Mallorca-Alavés. Los baleares, 16º con 35 puntos, todavía luchan por escapar definitivamente de los puestos peligrosos.
Alavés-Valladolid. El equipo castellano se mueve por la zona media sin terminar de engancharse a la cabeza.
Alcorcón-Alavés. Los madrileños serán un rival peligroso. Apuran sus opciones de luchar por el ascenso.
Alavés-Ponferradina. El cuadro berciano, 17º con 35 puntos, siente de cerca la amenaza del descenso.
Athletic B-Alavés. El filial rojiblanco, colista con 24 puntos, puede llegar descendido a la cita.
Alavés-Numancia. Con bastante margen sobre el descenso y sin más aspiraciones, lo lógico es que no se juegue nada.
Nàstic-Alavés. El último partido del curso se presenta, a priori, como el más complicado de los que le quedan al Alavés, ya que visita a su inmediato perseguidor ahora en la tabla con 51 puntos. El cuadro catalán, además, ya se llevó el triunfo de Vitoria en la primera vuelta. Si hace antes los deberes, ‘El Glorioso’ podría llegar ya ascendido a esta cita.
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Puntos sacó el Alavés en estos 11 partidos en la primera vuelta. Si lo repite, acabaría con 76 y el ascenso garantizado.