Vitoria - Una semana más, José Bordalás se verá obligado a darle una vuelta de tuerca a una alineación titular que, de nuevo, parte coja de inicio por culpa de las ausencias. En esta ocasión, los problemas se presentan en los extremos, donde el entrenador del Deportivo Alavés tendrá que idear una recomposición para subsanar la ausencia del sancionado Dani Pacheco y la más que probable presencia de nuevo de Kiko Femenía en el lateral derecho por la lesión de Javi Carpio. El problema es importante, ya que los dos extremos son los hombres con mayor capacidad de desborde del equipo y sus ausencias se han notado mucho al no haber dado sus relevos continuidad a ese peligro por las bandas.

Todavía está por ver que Femenía siga actuando como lateral derecho, pero esa decisión sería la más lógica. Bordalás quedó muy satisfecho del trabajo del alicantino el pasado sábado ante el Lugo. Sensación que se incrementa si se pone en el otro lado de la balanza el rendimiento de un Dani Estrada que estaba siendo un lastre en dicha demarcación. Las circunstancias podrían llevar al zarauztarra de nuevo a ocupar el hueco dejado por Carpio, pero ni de lejos sería lo más aconsejable. Menos aún con la presencia en el extremo izquierdo del Córdoba de Fidel, uno de los mejores jugadores que tiene José Luis Oltra y con una capacidad de desborde tremenda. Precisamente, esa chispa de velocidad ante la que Estrada ha naufragado una y otra vez.

abalo, opción natural La lógica apunta a que Femenía complete la defensa, así que el problema se presentaría unos metros por delante. La solución lógica, el cambio de hombre por hombre, apuntaría a Dani Abalo, pero el gallego apenas está contando con minutos desde su llegada y solo fue titular en la visita al Leganés. El de Vilagarcía de Arousa puede aportar profundidad y trabajo por ese flanco, pero en sus contadas apariciones ha sembrado más dudas que certezas con su rendimiento.

Abalo encarna la opción natural, pero Bordalás ya ha manejado con anterioridad unas alternativas que tampoco han resultado satisfactorias. El preparador alavesista no quiere que sea Juli el que caiga a banda, ya que es un jugador que solo resulta útil moviéndose entre líneas cerca del área. Por eso, el ocasiones, como en el último partido contra el Lugo, ha sido Gaizka Toquero el desplazado al flanco diestro. Una solución de nulo rendimiento, ya que se pierde la presencia del vitoriano en el área y desde la banda se le hace muy difícil desbordar.

entre guichón e iñaki Mucho más claras son las alternativas a la ausencia de Dani Pacheco, ya que el preparador albiazul cuenta con dos alternativas específicas para dicha demarcación. La primera es Facundo Guichón, el habitual en esa posición cuando el malagueño no ha estado disponible. El uruguayo ha ido perdiendo relevancia dentro del equipo con el correr de la temporada y ha comenzando a desaparecer asiduamente de las convocatorias, pero Bordalás ha recurrido a él cuando el guión lo ha exigido. La otra variante la representa Iñaki en posición adelantada por delante de Raúl García, con lo que se repetiría el mismo planteamiento de la visita al Mirandés, donde el riojano disfrutó de sus únicos minutos desde su llegada.

Eso sí, vistos los problemas existentes con las bandas no sería tampoco de extrañar que el técnico alicantino optase por una variación en su esquema de juego habitual. Ya la realizó ante el Lugo, con un 4-1-4-1 y no sería de extrañar que renunciase a los extremos para fortalecer con un pivote más el centro del campo -un 4-3-3 que podría dar cabida a Barreiro, Toquero y Juli- y dejar dos laterales de largo recorrido que rompan llegando al ataque desde atrás.

Una solución al problema de los extremos que no se presenta sencilla y que puede marcar en buena parte el resultado del partido contra un Córdoba que ya sufrió lo suyo en el partido en Mendizorroza ante las amenazas de Femenía y, sobre todo, un Dani Pacheco que firmó ante los andaluces su mejor partido del curso. Y es que el equipo de José Luis Oltra flaquea defensivamente en los laterales, ya que los mismos dejan recibir y encarar. Una situación que El Glorioso explotó entonces a la perfección y que buscará aprovechar de nuevo aún sin sus dos cuchillos habituales por las bandas.