Vitoria - Prácticamente todos los equipos de Primera y Segunda División acostumbran a esperar ansiosos la apertura del mercado invernal de fichajes. Al igual que los ciudadanos que sufren largas colas esperando el pistoletazo de salida a las rebajas, los clubes confían en encontrar en esta ventana de contrataciones las gangas que les permitan solucionar sus diferentes problemas. Unos para dar el salto definitivo hacia objetivos ambiciosos, otros para eludir el peligro y los más necesitados en un último intento desesperado de evitar la condena final, lo cierto es que el movimiento durante ese mes resulta constante y la fisonomía de las plantillas cambia de manera evidente. Una variación que suele tener su traslación al terreno de juego y las alineaciones titulares de manera prácticamente inmediata. El último visitante de Mendizorroza, sin ir más lejos, es un perfecto ejemplo de ello. Cuatro de los once titulares en el Zaragoza el pasado domingo (Javi Ros, Culio, Guitián y Campins) se incorporaron a la disciplina blanquilla en el arranque de este 2016.
El Deportivo Alavés no fue una excepción en el hecho de añadir piezas nuevas a su particular puzle pero, sin embargo, sí lo es y mucho a la hora de utilizarlas. Porque lo cierto es que los refuerzos llegados al conjunto del Paseo de Cervantes durante el pasado mes de enero parecen destinados casi únicamente a disfrutar de la grada del estadio albiazul. Así lo demuestran sin ningún género de dudas los siempre fríos números, que confirman que su presencia en los esquemas de José Bordalás es meramente testimonial.
Una situación que se extiende por igual a los tres futbolistas incorporados en el mercado invernal, ya que ni Iñaki ni Bernardello ni Dani Abalo han conseguido por el momento hacerse un hueco significativo en el equipo. Y eso que ya han transcurrido unas cuantas semanas desde su aterrizaje en Vitoria. Especialmente en el caso del lateral procedente del Racing de Santander, que fue el primero en llegar allá por el mes de diciembre del año pasado. Pues bien, pese a ello, únicamente ha disputado un partido. Fue exactamente en el duelo de la 25ª jornada frente al Mirandés, en el que fue titular y estuvo sobre el césped 66 minutos. Al margen de esa aparición en Anduva, su expediente no refleja incidencia alguna más salvo las convocatorias ante Zaragoza y Leganés.
Muy similares son los casos de Bernardello y Dani Abalo. El argentino, el último en llegar, únicamente ha dispuesto de doce minutos de juego. Fue también en la visita al Mirandés y, al margen de esa jornada, se ha sentado en el banquillo también en los choques con Zaragoza y Almería. Por lo que respecta al mediapunta gallego, es el que mejores números de los tres presenta porque ha disputado tres encuentros pero igualmente con una presencia testimonial. Se estrenó entrando en la convocatoria de la 23ª jornada completando el desplazamiento a Oviedo sin llegar a debutar. Una semana después jugó sus primeros minutos (18) contra la Llagostera. Tras regresar a la grada en Anduva, de nuevo contó con una oportunidad (22 minutos) frente al Almería y siete días más tarde fue titular en Leganés para ser sustituido a falta de algo más de media hora. El pasado domingo volvió a quedarse fuera de la lista para recibir al Zaragoza.
Así pues, parece evidente que las incorporaciones invernales no han supuesto ni mucho menos un salto de calidad para un Deportivo Alavés que continúa fiando su suerte al pequeño grupo de futbolistas por el que ha apostado claramente Bordalás desde el inicio del curso. Y es que ni siquiera ahora que varios de ellos se encuentran lejos de su mejor momento los nuevos han logrado arrebatarles el puesto. Una realidad que explica, en gran parte, las palabras del preparador albiazul a la conclusión del duelo con el Zaragoza el pasado domingo justificando la actuación del equipo con un claro mensaje a la directiva y la secretaría técnica. “Es lo que hay”, espetó.
Sin salto de calidad. Los fichajes de invierno acostumbran a estar destinados a aportar un salto de calidad a las plantillas a las que se incorporan, algo que no ha sucedido este curso en el Alavés.
Muy escasa presencia. Apenas 174 minutos de juego suman entre Dani Abalo (96 repartidos en tres encuentros), Iñaki (66 contra el Mirandés) y Bernardello (12 también en Anduva).
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Partidos es el escasísimo balance que presentan hasta el momento los refuerzos invernales del Deportivo Alavés. Entre los tres solo han estado sobre el césped en esos encuentros y en cinco más se han sentado en el banquillo. El resto, en la grada.