Leganés - El Deportivo Alavés sufrió ayer en Butarque el mal de las áreas que le impidió sacar un mejor rendimiento en un partido en el que no fue inferior que un Leganés que se quedó con el liderato que durante nueve jornadas había ostentado el equipo vitoriano. Se chocó El Glorioso contra su incapacidad para generar remates de sus aproximaciones, contra la efectividad de un cuadro pepinero que sacó partido de su velocidad y tuvo la suerte de marcar dos goles de rebote y contra un Arcediano Monescillo que se encargó de echar por tierra las opciones de los vitorianos con un arbitraje que debería inhabilitarle durante toda la temporada. Un cóctel tremendamente negativo que se indigestó por completo.

Sorprendió de inicio Bordalás con una alineación plagada de novedades y en la que destacó la ausencia de un delantero puro. Velocidad y movilidad fueron las apuestas del alicantino con Abalo y Guichón en las bandas y Femenía acompañando a Juli arriba. Con Estrada y Einar supliendo a Carpio y Laguardia en defensa, la gran sorpresa fue la ausencia de Barreiro en la convocatoria.

El cambio en el planteamiento del preparador alicantino cogió por sorpresa a un Leganés que en los primeros minutos no fue capaz de contrarrestar el constante cambio de posiciones de la vanguardia vitoriana, con muchos jugadores cerca del balón e insistencia por la izquierda con las caídas a esa zona de Femenía y Juli para generar superioridades junto a Guichón.

El cuadro vitoriano dominaba, pero el fútbol se decide en las áreas. Femenía no fue capaz de definir cuando se quedó en clara ventaja ante Serantes y prácticamente a la vuelta fue Peña el que adelantó al Leganés en su primera llegada de peligro al margen del balón parado, en el que los albiazules sufrieron al echar de menos a referentes en el juego aéreo como Laguardia o Toquero, ausencias que también pesaron en la ofensiva donde apenas se pudo concretar a pesar de disfrutar de muchas opciones con faltas laterales. Un balón al espacio entre Estrada y Pelegrín, en el que el punta pepinero impuso su velocidad para plantarse ante Pacheco. Salvó el guardameta el primer remate, pero su rechace golpeó de nuevo el Peña y acabó colándose en la portería tras tocar en el poste.

Hicieron valer los de Asier Garitano su especialidad, la salida al contragolpe con la tripleta formada por el propio Peña, Omar y, sobre todo, el rapidísimo Szymanowski. Y a punto estuvieron de aumentar la ventaja de la misma manera, pero Pacheco volvió a aparecer decisivo bajo palos tras una combinación magnífica. La debilidad del flanco derecho de la defensa, con Estrada y Pelegrín, era clara y por allí insistieron en sus salidas los madrileños ante un Alavés que no dejaba de intentarlo pero que no era capaz de concretar sus jugadas con remates. Así, tras una buena primera parte de un Glorioso muy mejorado con respecto a semanas precedentes, el acierto de Peña marcaba la diferencia.

Se abrió la segunda parte con un clamoroso penalti de Serantes sobre Abalo en el que Arcediano Monescillo -su arbitraje y criterio, de los que dejan mucho que desear y siempre barriendo hacia casa al dejar de penalizar muchas acciones claras a favor del visitante y castigando con tarjetas de manera muy poco equilibrada- y su asistente se hicieron los ciegos. Imposible de comprender que no se señalase la pena máxima después de que el portero arrollase al extremo gallego. Ver para creer.

Tras ese penalti que se fue al limbo, la tendencia del partido se mantuvo en la línea de la primera parte. Dominio hasta tres cuartos de un Alavés prácticamente incapaz de encontrar remates y salidas en velocidad del Leganés transmitiendo siempre peligro ante los problemas de la zaga vitoriana.

Buscó Bordalás alternativas con Llamas, la referencia fija en punta de David Torres y Dani Pacheco, pero el equipo no acababa de concretar tampoco con el pase definitivo y echaba por tierra con fueras de juego sus claras ventajas por excederse en la conducción.

Cuando se podía aguardar el último arreón albiazul, Arcediano Monescillo decidió que el partido debía corresponder definitivamente al equipo local. El silbato desapareció con las faltas del Leganés. Y la sinvergonzonería alcanzó su máxima expresión con dos amarillas en cinco minutos a Pelegrín, la primera de ellas inventada. El cuadro pepinero sentenció el partido con un nuevo gol de rebote -en el que Lázaro se ayuda con la mano en el control- y dejó al Alavés sin el liderato

Sin pegada. El Alavés, con un planteamiento muy diferente al habitual, buscó sus opciones a base de juego combinativo y velocidad, pero se topó con muchos problemas cuando se acercó al área y apenas fue capaz de concretar sus llegadas con remates. Todo lo contrario que un Leganés que llegó menos pero fue contundente.

Arcediano Monescillo. El cuadro albiazul, y van ya demasiadas veces esta temporada, se topó con un arbitraje deleznable que echó por tierra sus opciones de llevarse algún punto. El penalti de Serantes sobre Abalo fue clamoroso y el diferente criterio a la hora de castigar a unos y otros fue evidente.

Sin remate. El alicantino sorprendió con un planteamiento sin un delantero centro que le generó muchos problemas al Leganés, pero las llegadas no se concretaron con remates. Todo lo contrario que el cuadro local, que se benefició de las bajas de Carpio y Laguardia y creó mucho peligro en contragolpes y velocidad. Las escasas opciones las echó por tierra Arcediano Monescillo con su arbitraje.

Bordalás utilizó al alicantino como delantero en la primera fase del partido, cuando estuvo muy participativo y apareció generando peligro, pero no fue capaz de rematar sus jugadas.

Aunque la expulsión que sufrió fue completamente injusta, el central catalán vivió una mañana para olvidar, con enormes problemas defensivos ante la velocidad de los rivales.

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1-0, minuto 17: Peña. Pase en profundidad de Soriano al espacio entre Estrada y Pelegrín, por donde rompe Peña, su primer remate lo salva Pacheco, pero el balón rebota de nuevo en el delantero y entra tras pegar en el palo.

2-0, minuto 88: Lázaro. Centro lateral de Szymanowski, Pacheco salva el primer remate del delantero y el rebote lo controla Lázaro con la mano para superar al meta albiazul.

Expulsó por doble amarilla a Pelegrín (minuto 82 y 87). Amonestó a Timor (minuto 13), Mora (minuto 31), Estrada (minuto 34), Peña (minuto 41), Víctor Díaz (minuto 61), Alberto Martín (minuto 78), David Torres (minuto 82) y Raúl García (minuto 94).