Vitoria - El Deportivo Alavés no atraviesa por su mejor momento de la temporada, pero mientras consigue dejar atrás el bache de juego en el que se encuentra su objetivo no es otro que continuar con la cosecha de puntos que se ha mantenido inalterable a pesar de las inclemencias futbolísticas. Atraviesa el cuadro albiazul su particular invierno, pero no por ello ha dejado de trabajar con denuedo cada fin de semana para seguir llevándose sustento a la boca sin tener que echar mano de las reservas acumuladas con anterioridad. La mejoría en el juego es una obligación, pero lo primero en el deporte profesional son los resultados. Y, al tiempo que buscará una nueva victoria, El Glorioso también tratará de recuperar sensaciones en su duelo matinal ante el Almería, el primero de cuatro consecutivos en los mediodías dominicales.
Mendizorroza es la clave del ascenso y el Alavés se ha agarrado con uñas y dientes a su fortín en el arranque de la segunda vuelta para firmar el pleno de puntos. Huesca y Llagostera regalaron tardes de enorme sufrimiento en las que el cuadro albiazul tuvo sudores fríos para acabar celebrando sendas victorias vitales en su trayectoria. Ante otro equipo de la zona baja, aunque totalmente diferente a los dos últimos visitantes, los de José Bordalás buscarán de nuevo hacer valer su fortaleza como locales para asestar un nuevo golpe a la clasificación que en las últimas semanas comandan con mano de hierro gracias a su regularidad.
Esa constancia es la que ha permitido al conjunto vitoriano seguir sumando puntos en unas últimas jornadas en las que ya no ha sido tan dominador de los partidos como lo era en sus mejores momentos del curso. Demasiados sustos, algo para nada habitual anteriormente. Y es que si Fernando Pacheco había sido espectador de lujo en muchas ocasiones, últimamente el trabajo se le amontona. Por suerte para el Alavés, el extremeño ha demostrado que es un guardameta cuyos parámetros se encuentran muy por encima de la categoría. Solo así se entiende que en las últimas cuatro jornadas, pese a haber estado ante un batallón de atacantes que le han disparado a bocajarro, solo haya recibido un gol.
“También es mérito del rival en algunos momentos. Y algunos errores puntuales que hemos tenido. Lo hemos hablado, pero eso ahora mismo no me preocupa, estoy pensando en el partido en conjunto y en que seamos nosotros y demos un buen nivel defensivo y ofensivo. Los partidos anteriores ya son historia, ni nos van a ayudar los partidos que hemos jugado a un grandísimo nivel ni nos van a perjudicar los que hayamos jugado a menor nivel. Cada uno es diferente, es un rival distinto y tenemos que hacer un gran partido para ganar al Almería”, señaló ayer Bordalás
Ante el Almería hay que recuperar solidez y seguridad defensiva. No se pueden realizar tantas concesiones porque el portero no siempre va a estar tan acertado. Y, dicho sea de paso, alguna vez la suerte, que también juega, acabará dando la espalda. Ahí está el ejemplo del partido ante el Nàstic, en el que se torció todo lo que se podía torcer.
Y es que esta mañana el cuadro albiazul se va a encontrar con un rival en zona de descenso completamente atípico. Ya le gustaría a la mayoría de los entrenadores de la categoría contar con el talento que tiene en sus filas el Almería. Calidad a raudales a la que no se puede dejar libertad porque puede ser mortal. Hay que llevar el partido al terreno que mejor domina el Alavés, que es el de los duelos cerrados y de mucha exigencia física y desgaste. De lo contrario, los pupilos de Néstor Gorosito crearán muchos problemas, ya que talento tienen de sobra.
“Es un equipo con calidad y cualquier tipo de concesión, tiene velocidad y calidad y, al margen de la situación en que está, tiene jugadores contrastados, que al principio de la temporada muchos equipos querían. El Almería apostó con fuerza y bien, es un gran equipo. Cualquier rival nos puede poner en máximas dificultades y para ellos es un partido importantísimo, hablan de que es una final”, concluyó el preparador alavesista, quien, casi con total seguridad, optará esta mañana por su once más habitual.
