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0-1, minuto 7: Dani Pacheco. Tras una buena combinación colectiva, el malagueño recoge un balón rechazado en la frontal y marca de disparo raso y ajustado al palo izquierdo. 1-1, minuto 49: Villar. Jugada combinatgiva muy cómoda del Valladolid y el balón lo engancha Villar dentro del área y sacar un disparo alto que supera a Pacheco. 2-2, minuto 68: Femenía. Juli recupera un balón, alarga hacia el alicantino y Femenía, tras un regate, saca un disparo raso, cruzado y ajustado al palo derecho de Kepa.
Amonestó a Villar (minuto 24), Juli (minuto 42), Manu García (minuto 51), Carpio (minuto 75).
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Valladolid - El Deportivo Alavés exhibió en Valladolid el carácter de los campeones para sobreponerse a la adversidad y demostrar en el marcador el dominio que tuvo sobre el césped. Y es que El Glorioso pasó por encima de su rival durante muchos minutos, pero a punto estuvo de pagar muy caro el estado de shock con el que regresó al campo tras el descanso. José Bordalás se sintió indispuesto en el vestuario y esos problemas del entrenador se trasladaron al verde, donde el equipo vitoriano estuvo durante unos cuantos minutos a merced de un rival que aprovechó esa situación para empatar un partido que ya se le había puesto muy cuesta arriba tras el gol inicial de Dani Pacheco. Con las tablas en el marcador, el Alavés sacó a relucir carácter de campeón para irse sin dudar a por la victoria. Y Kiko Femenía consiguió el tanto que supuso el premio gordo de la cuarta victoria consecutiva y la noche dormida en el liderato.
Con todas las piezas importantes disponibles y recuperados Carpio y Toquero, Bordalás apostó por su once de gala y la única incógnita, la del extremo izquierdo, la resolvió en favor de un Dani Pacheco que le ha tomado la delantera por el puesto a Guichón. Y, dejando atrás el recuerdo de algunos partidos a domicilio en los que el cuadro albiazul fue conservador de inicio, al césped del José Zorrilla los vitorianos salieron a buscar al rival con la presión adelantada y con la intención de morder y generar peligro a costa de asumir muchos riesgos.
Una vez más la ambición tuvo premio rápido. A los siete minutos ni más ni menos. Un balón recuperado por Dani Pacheco en zona de medios, una buena acción combinativo y el rechace tras un remate de Juli lo enganchó de nuevo el malagueño en la frontal para ajustar su disparo raso al palo derecho de un Kepa al que de nada le sirvió la estirada. De nuevo, el Alavés interpretaba el guión que más le gusta. Y, una vez más, evidenciaba que es un equipo mortífero en los primeros minutos de cada partido.
Ya con la ventaja, el Alavés aparcó su estilo inicial para dar paso a una versión en la que primaban las líneas juntas y el orden con el objetivo de minimizar los espacios para la circulación del balón del Valladolid, cómoda en los primeros metros pero complicada a partir de los tres cuartos. Todo ello sin renunciar a las salidas a la contra en busca de seguir ampliando la ventaja. Y así tanto Mora como Raúl García dispusieron de dos buenos remates que el cuadro pucelano salvó como buenamente pudo -eso sí, el que puso en mayores apuros a Kepa fue Juanpe, que a punto estuvo de marcar en propia puerta-, aunque la zaga vitoriana también sufrió tras algún balón perdido en zona de compromiso. En este sentido, en no pocas ocasiones ambos equipos se vieron perjudicados por un césped resbaladizo que puso el equilibrio de los jugadores en entredicho. Entre unos y otros avatares -el colegiado Figueroa Vázquez tuvo que lidiar un morlaco complicado con un público local encrespado con casi todas sus decisiones, pero en líneas generales estuvo notable-, el duelo alcanzó su intermedio con esa ventaja visitante fabricada por Dani Pacheco.
El que no regresó al campo tras el paso por vestuario fue un Bordalás que se sintió indispuesto y no volvió a aparecer al quedarse en manos de los médicos. Su relevo lo tomó su segundo, Nacho Fernández, pero la ausencia de su gurí pareció pesarle a un Alavés completamente perdido en la reanudación. Sin orden ni concierto, el Valladolid aprovechó a la perfección esa desconexión para igualar el marcador en el minuto 52 por mediación de un Villa que se encontró con todas las facilidades del mundo para marcar.
Acto seguido hubo de salvar los muebles Pacheco, pero a partir de ahí el cuadro vitoriano se vino arriba de nuevo. La sucesión de recuperaciones en zonas de enorme compromiso puso en apuros de nuevo al equipo pucelano, incapaz de circular el balón sin verse interrumpido. Disfrutaban los vitorianos con espacios tras el robo y la sensación de peligro era evidente. Esa gran reacción tras el duro golpe la culminó Femenía al definir con maestría tras la enésima muestra de compromiso de Juli al birlar un esférico en zona de creación local.
Toquero y Llamas tuvieron en sus botas la sentencia, pero este equipo se ha acostumbrado a la agonía hasta el último segundo. Y así conquistó el cuarto triunfo consecutivo que le permitió dormir como líder.
El alicantino decidió el partido con una genialidad y su tercer tanto de la temporada y además fue una fuente de peligro muy interesante con su velocidad por la banda.
Propuesta ganadora. El Deportivo Alavés quiso ganar desde el primer minuto y tuvo una puesta en escena muy ambiciosa que tuvo premio con el gol de Dani Paacheco. El cuadro albiazul dominó sin sufrir excesivamente hasta el descanso, pero el problema de Bordalás lo acusó el equipo en la reanudación. Con Nacho Fernández al mando, tras el empate el Alavñes buscó y encontró el triunfo.
El lateral izquierdo tenía una papeleta muy complicada con Juan Villar y aunque en muchas ocasiones fue capaz de contener al extremo también sufrió muchísimo.
Gol tempranero. El Deportivo Alavés repitió un discurso que viene siendo habitual al conseguir abrir el marcador muy pronto, en esta ocasión por mediación de Dani Pacheco. El equipo salió a preesionar desde muy arriba, recuperó mucho balones y llevó el peligro a la portería de Kepa.
Mazazo y reacción. Tras el incidente de Bordalás, el equipo comenzó la segunda parte muy frío y perdido sobre el césped, lo que propició el empate del Valladolid. Pese a ese doble mazazo, el cuadro albiazul fue capaz de sobreponerse e irse a por la victoria, que llegó a base de un gran trabajo de recuperación y un chispazo de clase de Femenía.