vitoria - Nos encontramos en una época del año en la que, quien más quien menos, se afana por ordenar su lista de peticiones para la próxima llegada de Olentzero y todos sus colegas de profesión. Desde los más pequeños a los mayores de la casa elaboran sus particulares cartas con el objetivo de que la esperada Navidad llegue para hacer realidad sus deseos. Y en esa misma dinámica se halla, como por otra parte suele ser habitual, el Deportivo Alavés. A poco más de un mes para que se abra el mercado de fichajes de invierno y con ello la posibilidad de reforzar libremente las plantillas, la entidad de Mendizorroza se encuentra con mucho trabajo por delante.
Porque la misiva que este año recibirá el carbonero mágico desde el Paseo de Cervantes será bastante extensa. Al menos, si el club atiende las solicitudes de su entrenador, que ya ha dejado claro en numerosas oportunidades que dispone de un grupo muy corto de efectivos que necesita ser reforzado con urgencia en varias de sus posiciones. Si a eso se le añade que hay integrantes de la actual plantilla con los que no cuenta en absoluto, resulta bastante evidente que el nivel de actividad que registrarán las oficinas albiazules durante el próximo mes de enero va a ser elevado.
El principal origen de ello, en cualquier caso, hay que buscarlo en la anterior ventana del mercado de fichajes. Es decir, en verano. Entonces, con la Liga ya iniciada, el Alavés apuraba al máximo las negociaciones para cerrar tres fichajes que iban a proporcionar “el salto de calidad” imprescindible para poder hacer frente a los ambiciosos objetivos marcados para este curso. Sin embargo, llegaron las doce de la noche del 31 de agosto y, para mayúscula sorpresa de casi todos, ninguna de esas operaciones se cerró con éxito. De esta manera, el equipo se quedó sin los deseados mediocentros (Lolo Reyes), lateral izquierdo (Iñaki) y mediapunta (David Concha). Un déficit evidente que ha ido arrastrando desde entonces y que José Bordalás no se cansa de recordar en cuanto tiene ocasión.
Unos días después el club trató de poner un parche de emergecia con la contratación de Vadocz pero lo cierto es que el futbolista húngaro no entra en absoluto en los planes del preparador albiazul, por lo que su presencia es meramente testimonial. Así las cosas, una plantilla que ya iba a ser corta se redujo todavía más con el fracaso de los intentos de fichaje del cierre del mercado estival, quedándose en veinte integrantes. Teóricamente con Vadocz se ganó una pieza más pero lo cierto es que en la práctica no es así ni mucho menos. La realidad es que el magiar y algún otro miembro del equipo -el caso más evidente es el de David Torres- únicamente están siendo utilizados para completar las convocatorias en caso de necesidad pero sin presencia alguna sobre el césped. Hasta la fecha, Bordalás ha repartido los minutos entre no más de dieciséis jugadores mientras que el resto se limita a ejercer casi de meros acompañantes.
¿Buena sintonía? Por todo ello, el periodo invernal de fichajes debe servir para recomponer esta situación. Para empezar, tendrían que cubrirse las tres posiciones que quedaron huérfanas el pasado mes de agosto y ni mucho menos sería descartable que se buscasen más refuerzos. Y es que en una competición tan larga y exigente como la Segunda División disponer de un fondo de armario escueto puede pagarse muy caro si se quieren afrontar objetivos ambiciosos. Además, el Alavés dispone de capacidad económica para ello puesto que ni mucho menos llegó al límite de gasto fijado por la Liga de Fútbol Profesional en su confección inicial de la plantilla.
Claro que para que estos movimientos terminen produciéndose será necesario que la colaboración entre el secretario técnico y el entrenador mejore. No es ningún secreto que han sido varias las ocasiones en las que se han producido fricciones entre ambos y habrá que comprobar si Bordalás continúa teniendo el mismo peso específico que exhibió en verano para incorporar a varios jugadores de su confianza o si, por el contrario, es el criterio de Zubillaga -más reacio a un elevado número de fichajes- el que se impone.
Lo que también se antoja muy probable por otro lado es que a lo largo del próximo mes de enero no se produzcan únicamente entradas (los nombres del lateral de la Real B Héctor Fernández y el racinguista Iñaki han sido los primeros en salir a la palestra) sino también salidas. En este sentido, David Torres interesa al Hércules y algún otro jugador más podría encontrarse con la carta de libertad en la mano.
Deuda pendiente. El técnico recuerda siempre que tiene ocasión que a la plantilla le faltan los tres jugadores que debían haber aportado el salto de calidad para afrontar objetivos ambiciosos y que no llegaron en verano.
Peso específico. Su voz ha sido tenida muy en cuenta para realizar las incorporaciones y la mayoría de los fichajes son hombres de su confianza.
Prudente. Pese a reconocer que el equipo es corto, ha dejado claro que se trata de una plantilla suficiente para afrontar con garantías la temporada y no tener que pasar apuros.
Margen de maniobra. El club dispone de dinero en la caja y ha reiterado en muchas ocasiones que está “siempre en el mercado” para tratar de mejorar.
Déficit claro. El equipo arrastra las consecuencias de no haber cerrado los tres fichajes que pretendía llevar a cabo en el epílogo del mercado estival. Pese a la llegada posterior de Vadocz como parche de emergencia, la plantilla sigue siendo muy corta. Una escasez de efectivos que se acentúa con el hecho de que hay varios futbolistas que no cuentan en absoluto para Bordalás.
Objetivos. Un mediocentro, un lateral izquierdo y un mediapunta de banda son las tres posiciones que con más claridad necesitan reforzarse. Además, el técnico albiazul ha solicitado la llegada de un delantero y tampoco sería descartable que se incorporase un central si se produce la salida de alguno de los que en la actualidad integran el equipo.
Candidatos. Los primeros nombres en saltar a la palestra han sido los del lateral izquierdo de la Real Sociedad (club con el que el Alavés ha logrado un acuerdo preferente para la cesión de sus jugadores tras la marcha de Gerardo Izaguirre) Héctor Fernández y el racinguista Iñaki, con el que fue imposible cerrar el acuerdo en verano.
Temporada 2014-15. El mediapunta Manu Lanzarote, que llegó cedido del Espanyol, fue el único refuerzo invernal el curso pasado.
2013-14. El central Samuel, el lateral Raúl García, el centrocampista Tejera y el mediapunta Stevanovic apuntalaron al equipo y le ayudaron a lograr la agónica permanencia de Jaén.
2012-13. Iván Crespo, Laborda y Juanje llegaron en el mercado de invierno el año del ascenso, refuerzos motivados en algunos casos por lesiones de larga
duración.
2011-12. Rubén Palazuelos, Kike Tortosa y Meza Colli fueron los primeros fichajes de invierno de la época de Josean Querejeta en el Deportivo Alavés.
2004-05. En el último ascenso a Primera División, Papa Sarr, Flotta, Mostovoi y Jardel fueron los fichajes de Piterman.
1997-98. Albistegi, Tamudo y Javi Moreno reforzaron al Glorioso que Mané condujo a Primera.