Vitoria - En una competición tan igualada como la Liga Adelante conseguir que confluyan un par de aspectos positivos en dos jornadas consecutivas es ciertamente complicado y el Deportivo Alavés ha conseguido ante Girona y Elche encadenar dos dinámicas positivas al mismo tiempo que con anterioridad solo se habían dado en una ocasión, y además por separado, en toda la temporada. El cuadro albiazul ha sacado a relucir en sus dos últimas comparecencias un par de virtudes que casi siempre adornan a los aspirantes al ascenso. Por una parte, la seguridad defensiva. Por la otra, la efectividad. De la conjunción de ambas vertientes han llegado dos victorias consecutivas en sendos partidos en los que la portería vitoriana se ha quedado a cero. Una circunstancia nada sencilla de conseguir a la que se le intentará dar una nueva vuelta de tuerca el próximo sábado ante el Mallorca.
Ha conseguido el Alavés repetir la sucesión de dos victorias que ya consiguió en el arranque del curso cuando se impuso en su desplazamiento a Huesca y seguidamente ganó al Oviedo en Mendizorroza. Posteriormente, las victorias en Almería (quinta jornada) y ante Osasuna (octava jornada) y Córdoba (décima jornada) en Vitoria no vinieron acompañadas de un segundo éxito asociado. Un encadenado que se ha repetido en las fechas decimotercera y decimocuarta del calendario y que han permitido al equipo de José Bordalás catapultarse a la zona noble de la clasificación.
Y es que si en Segunda División una victoria supone un salto muy importante, seis puntos consecutivos son prácticamente el no va más. La dificultad de encadenar éxitos es ciertamente complicada y los equipos que consiguen meterse en rachas muy positivas tienen prácticamente asegurada su presencia en la zona noble de la clasificación durante unos cuantos meses.
Precisamente, ese asentamiento en puestos de privilegio, es lo que buscará el Alavés ante el Mallorca, ante el que tratará de sumar su tercera victoria consecutiva. Un logro al alcance de muy pocos y que supondría comenzar a marcar diferencias en la zona alta.
Una de las claves para conseguirlo pasará por repetir el buen trabajo defensivo que el cuadro albiazul ha realizado en sus dos últimos partidos. Fernando Pacheco se ha quedado imbatido durante un par de compromisos por segunda vez en lo que va de temporada tras haberlo conseguido con anterioridad en la visita al Almería (quinta jornada) y en el choque contra el Leganés en Mendizorroza (sexta jornada). En total ya son seis las ocasiones en las que el guardameta extremeño se ha quedado imbatido y esa tendencia hay que seguir alargándola ya que es una de las claves que marcan la solidez de los equipos.
Y es que en estas dos últimas comparecencias se ha adaptado El Glorioso a la perfección al esquema de equipo importante de la Liga Adelante, destapando, de paso, el recuerdo del Alavés de Mané que en la temporada 1997-98 consiguió el ascenso. Lo logró a base de mantener su portería a cero (veinticuatro partidos sin encajar, lo que llevó a Paco Leal directamente al Trofeo Zamora) y de sacar un rendimiento impresionante de cada gol hasta firmar doce victorias por 1-0 o 0-1 ejerciendo de martillo pilón sin compasión.
Mucho camino queda todavía por recorrer para soñar con semejantes cotas de éxito, pero estas dos jornadas tienen que servir de ejemplo de cara al futuro para que las victorias no dependan tanto como en el arranque de la temporada del acierto ofensivo en el remate como ahora en una seguridad atrás que hace que cada gol sume mucho.