vitoria - Todas las alarmas estaban encendidas en el Deportivo Alavés desde que el pasado fin de semana el infortunio se cebara con él en forma de problemas físicos. Nada menos que cinco jugadores regresaron tocados a casa y especialmente en algunos casos la preocupación era máxima. Sin embargo, las pruebas a las que han sido sometidos durante los últimos días han permitido elaborar unos diagnósticos menos graves de lo inicialmente previsto, lo que sin duda constituye un importante respiro para José Bordalás y sus chicos.
Sin duda la situación que más incertidumbre generaba era la de Raúl García. El jugador gallego, autor del golazo que abrió el marcador ante el Almería, tuvo que abandonar el terreno de juego mediado el primer periodo con importantes molestias en la zona del aductor. Precisamente el mismo lugar en el que se había producido una rotura fibrilar de grandes dimensiones en la 39ª jornada de la pasada temporada (la visita del Girona a Mendizorroza) que le mantuvo en el dique seco casi tres meses.
Con ese precedente, resultaba inevitable pensar que pudiera repetirse una situación similar. Lo que, sin duda, habría supuesto un enorme quebradero de cabeza para Bordalás puesto que la demarcación de lateral zurdo en la que se desenvuelve Raúl García es la única que no cuenta con dos inquilinos en la actual plantilla del Deportivo Alavés. Afortunadamente, las pruebas han confirmado que la dolencia del gallego no reviste tanta gravedad y se ha quedado en “un edema muscular en el aductor derecho” que incluso podría permitirle ser de la partida este domingo ante el Leganés. Así al menos lo recoge el parte médico facilitado por el club que asegura que se “espera una evolución favorable de cara a estar disponible” para esa cita.
Claro que los técnicos y el cuerpo médico deberán valorar también la conveniencia o no de situarlo sobre el césped en ese duelo arriesgándose quizás a que se agrave su actual problema. Sobre la balanza tendrán que colocar por un lado la posibilidad de apostar por la opción más conservadora y concederle descanso para tratar de conseguir una total recuperación pese al evidente contratiempo que puede suponer su baja ante el Leganés y, por otro, la de incluirle en el once titular corriendo el riesgo de que pueda padecer una reacaída que le obligue a permanecer más tiempo de baja sabiendo que no tiene un sustituto natural. Una papeleta no demasiado sencilla de resolver y que seguramente no encontrará una respuesta hasta el último momento.
Quien seguro no estará en condiciones de jugar este fin de semana es Jagoba Beobide, que sufre “una microrrotura en el aductor menor de la pierna izquierda”. Aunque el club no ha establecido un plazo concreto de recuperación y se limita a explicar que su evolución se valorará día a día, lo normal es que, como mínimo, deba permanecer en el dique seco un par de semanas. En cualquier caso esta baja es mucho menos trascendente que la de Raúl García ya que, hasta el momento, el centrocampista guipuzcoano no ha entrado prácticamente en los planes de José Bordalás
La incógnita Femenía Quien todavía no dispone de un diagnóstico concreto es Kiko Femenía. El mediapunta debió ser sustituido ante el Almería al acusar, aparentemente, problemas musculares y una especie de mareo atribuido inicialmente al calor y el esfuerzo realizado. Pues bien, tras ser sometido a “varias pruebas” para determinar el alcance de sus “molestias” -que el club no precisa con más detalle-, se desconoce aún la causa que le obligó a retirarse antes de tiempo y, en consecuencia, el tratamiento que debe seguir. Quienes en principio no tendrán problemas para recuperarse de sus respectivas dolencias son Dani Pacheco y Sergio Mora.