vitoria - Aunque todos deben cumplir con los mismos parámetros y apenas existen diferencias reales entre las dimensiones de unos y otros, lo cierto es que en el imaginario colectivo de todos los aficionados al fútbol aparecen terrenos de juego que, inevitablemente, se asocian a la máxima dificultad para conseguir algo positivo cuando toca visitarlo. Trasladado al ciclismo, podría compararse con esos puertos que se agarran a las ruedas de los ciclistas sin que sus rampas sean, aparentemente, especialmente duras. Pues bien, dentro de ese grupo de temidos escenarios se encuentra desde hace tiempo el feudo del próximo rival del Deportivo Alavés, al que rendirá visita el sábado.

El Numancia acostumbra a convertir su propio terreno de juego en un fortín inexpugnable para la mayoría de sus visitantes y es precisamente sobre él donde sienta las bases para conseguir sus objetivos. Independientemente de que sea mayor o menor el nivel de estos, pasan indefectiblemente por asegurar un notable rendimiento ante su público.

Sin embargo, en la actual temporada, el estadio de Los Pajaritos parece haber perdido parte de su embrujo. Al menos, eso es lo que reflejan las estadísticas de las treinta y cinco jornadas ligueras que se han disputado hasta la fecha. Porque lejos de mantener esa línea brillante que consigue intimidar a cualquier adversario cuando le toca viajar a Soria, el combinado castellano ha entrado en una dinámica bastante irregular cuando le toca ejercer de local.

Como consecuencia de ello, únicamente ha sido capaz de sumar 25 puntos en los diecisiete encuentros que ha disputado en su propio estadio. Una cifra que ya de por sí refleja un rendimiento escaso pero adquiere todavía una mayor relevancia cuando se la compara con el resto de participantes en la Segunda División. Y es que ese balance como local sitúa al Numancia en la cola de la clasificación en este apartado. Únicamente los tres últimos clasificados -Racing de Santander, Barcelona B y Recreativo- presentan un expediente más negativo, con diecinueve y veinte puntos sumados respectivamente. Al mismo nivel que los sorianos, con veinticinco, se encuentra el Alcorcón (13º clasificado). Todos los demás, mejoran con mayor o menor margen los números del plantel de Anquela en su feudo de Los Pajaritos.

Teniendo en cuenta esta circunstancia, parece evidente que el Deportivo Alavés puede afrontar su próximo desplazamiento con algo menos de prevención de la que ha empleado en ocasiones precedentes. Más todavía considerando que se trata de un encuentro clave para no desengancharse del grupo de aspirantes a la sexta plaza y que únicamente la suma de los tres puntos en liza debería considerarse un buen resultado, al menos a priori.

Sin embargo, no todo es tan sencillo como pudiera parecer sobre el papel. Porque a la manifiesta posibilidad de que el Numancia reaccione antes o después y recupere su habitual solvencia como local se une también que el combinado vitoriano tampoco es precisamente uno de los más avezados visitantes. Más bien al contrario, sus quince puntos conquistados lejos de Mendizorroza -solo ha sumado seis de los últimos treinta- le sitúan entre los peores. Una dinámica que tendrá que cambiar para poder salir airoso de la visita a Los Pajaritos.

Campo exigente. Los Pajaritos siempre se ha caracterizado por ser un terreno de juego muy complicado para los visitantes.

Precedente positivo. En las doce ocasiones que ha visitado Soria en Liga, el Alavés solo ha logrado tres triunfos, el último en la 20ª jornada de la pasada campaña (0-2).

15

Puntos ha obtenido como local hasta ahora el Numancia. Es el cuarto peor equipo de la categoría, solo por detrás de Racing, Recreativo y Barça B.