Vitoria - Alberto López concedió ayer una larga y exhaustiva entrevista a Radio Vitoria en la que, más allá de los aspectos propios del día a día de su equipo, desveló algunos aspectos de su personalidad y de su historia vital. Entre ellos, el plan de futuro que se había trazado como entrenador y el final abrupto que habría tenido su carrera en los banquillos de no haber conseguido la permanencia la pasada campaña.

“Cuando cogí el equipo mucha gente me dijo que lo tenía fácil porque si bajábamos nadie me iba a culpar de nada, pero yo tenía claro que si no lo sacaba mi carrera de entrenador se terminaba”, sentenció el irundarra, que calificó el partido en Jaén como “dramático y maravilloso” y le dio una gran importancia por la estabilidad que consiguió el Alavés: “Convivía con la gente del club y sabía el coste que podía tener un descenso. Los jugadores son itinerantes, pero un descenso podía conllevar despidos y otras cosas negativas y eso es una mochila que llevas”.

Alberto desveló que tiene el carné de entrenador “desde hace dos años y medio” y que se había marcado unos plazos muy concretos y estrictos para demostrar si estaba capacitado para dirigir equipos a nivel profesional: “Soy una persona que se marca retos y soy muy estricto con ellos. Iba a intentar ser entrenador durante un tiempo muy limitado, aunque mis consejeros me dijeron que eso no funcionaba así. Yo creo que si no vales, no vales”.

Su experiencia en los banquillos, reconoce, es muy limitada, pero como profesional ha conocido muchos vestuarios. De su etapa como portero, cree que le ha servido de mucho su “visión de lo que ocurre en todo el campo” y también conocer la “sensación de soledad que tiene el entrenador”, que considera similar a la del guardameta. Además, aseguró ser un técnico “exigente que siempre pide más a los jugadores”, aunque desde fuera muchas veces le dice que se pasa con ese nivel de exigencia.

En su trabajo, Alberto asegura que mantiene siempre “los ojos y las orejas muy abiertos para estar atento a todo lo que pasa”. Trabajo de campo, no solo de laboratorio: “Los equipos evolucionan, se generan pequeñas sociedades que funcionan, hay expectativas que no se cumplen... Tienes que estar muy despierto y los estudios de números y distancias no te dan eso”.

Centrado en el momento de gracia por el que está atravesando el equipo, el preparador alavesista volvió a echar mano de su habitual serenidad y señalando que no solo de resultados puede vivir un entrenador: “El equipo transmite buenas sensaciones y entiendo que juega bien, pero en los dos últimos partidos el resultado ha podido ser diferente. Entiendo que el aficionado se refugie solo en el marcador, pero nosotros tenemos que ir más allá. Los resultados están siendo muy ajustados y en las nueve jornadas que quedan solo se puede aspirar a un puesto de play off. Tenemos un montón de partidos con equipos que están en esa pelea y eso es lo que nos va a marcar”.

Lo que tiene claro es que sus jugadores lo van a seguir dejando todo en el césped, aunque luego los resultados puedan no ser tan positivos como los recientes. “El Sporting ha perdido dos partidos en toda la temporada, vamos a su campo y nos pueden ganar y seguro que si pasa eso alguien dice que hemos perdido porque nos lo hemos creído”, advirtió. - DNA