Vitoria - El Deportivo Alavés se ha marcado el reto de pelear hasta el final de temporada por la sexta plaza y esta noche tiene la oportunidad de hacerse con la llave que abre de par en par las puertas para entrar de lleno en esa pelea. No se trata de un objetivo para nada sencillo, pero una victoria hoy en la visita al Alcorcón propiciaría que las opciones albiazules crecieran de una manera considerable y, de paso, serviría para cebar con gasolina la llama de la ilusión que con tanta fuerza ha prendido en el alavesismo. Todo lo que no sea ganar abocaría de manera definitiva a un transitar en el que el único objetivo sería llegar a los 50 puntos y asegurar matemáticamente la salvación, pero este equipo quiere saldar varias de las cuentas que tiene aún pendientes con una victoria en tierras madrileñas que le sirva para aferrarse cual clavo ardiendo a sus opciones de play off. Y es que soñar es libre y también gratis. Y conseguir tres puntos en Santo Domingo propiciaría una semana posterior de auténtica pasión en puertas del partido contra el Tenerife que sería una auténtica fiesta en Mendizorroza.
Pero para poder pensar en retos mayores, los escalones hay que subirlos de uno en uno. Tras haber dejado virtualmente zanjada su permanencia en la categoría, el Alavés no quiere que el final de su temporada sea un triste transcurrir sin ningún objetivo por el que competir. La ambición se ha instalado en el vestuario y ahora necesita puntos para que se alimente en condiciones y siga creciendo. Precisamente, esos puntos se ponen en juego esta noche en la visita al Alcorcón, otro aspirante al play off. El que salga ganador seguirá manteniendo vivas sus opciones, en tanto que el perdedor verá que el tren se le escapa.
El Glorioso tiene cuentas pendientes que saldar en su desplazamiento a la localidad del sur de Madrid. La primera, consigo mismo. No en vano, el equipo de Alberto acumula ya ocho desplazamientos consecutivos sin degustar el sabor de la victoria. Desde su visita al Betis no sabe lo que es ganar lejos de Vitoria. Y es que, además de la citada en Sevilla, solo ha conseguido imponerse en su duelo con Osasuna. En su compromiso en Lugo, el cuadro albiazul mejoró muchísimo su imagen con respecto a apariciones precedentes, pero a la postre tampoco le sirvió para sumar los tres puntos. Esta noche, esa victoria que permitiría seguir soñando se convierte ya en un reto personal para el equipo.
La segunda cuenta pendiente puede calificarse como una revancha. El recuerdo del Alcorcón todavía sobrevuela por encima del alavesismo. Al equipo alfarero se le tienen ganas. Muchas. El partido de la primera vuelta supuso una estocada tremenda. Y ahora la pretensión no es otra que conseguir un triunfo en Santo Domingo que, de paso, elimine a un rival directo.
En este sentido, todos tienen que tener claro lo que van a encontrarse sobre el césped. En la primera vuelta, el equipo vitoriano cayó de lleno en la trampa que le tendieron los alfareros. El juego físico, la presión, los choques, la intimidación, los parones... Todo eso tiene que estar previsto de antemano. Y tan importante será igualar la fuerza que despliegue el Alcorcón, un equipo que va a por todas, como mantener la cabeza fría para evitar cometer cualquier tipo de error que pueda ser definitivo.
De cara a este duelo que puede adquirir tintes de definitivo para las aspiraciones de seguir mejorando de los dos contendientes, Alberto pierde por lesión a una de sus piezas fundamentales. Toti, aquejado de molestias musculares desde el partido contra el Racing, se quedó ayer en Vitoria y en el carril zurdo se pierde un futbolista que había sido un gran referente en las últimas victorias tanto por sus goles como por sus asistencias.
Esta ausencia le abre de nuevo las puertas a un Juli que en Alcorcón vivirá un partido especial, ya que como Manu Fernández o Laguardia cuenta con pasado alfarero. El mediapunta alicantino ha desaparecido por completo de los planes de Alberto a lo largo de las últimas jornadas y ahora tiene la oportunidad de reivindicarse de cara al tramo final de temporada. También podría el preparador albiazul optar por remodelar el centro del campo en busca de jugadores de un perfil físico más poderoso. No en vano, la fortaleza del Alcorcón en esa zona es una de sus mayores virtudes y, con total seguridad, el duelo estará más marcado por el músculo que por el talento.