Vitoria - Con su victoria del sábado contra el Racing, el Deportivo Alavés ya ha dejado virtualmente zanjado el que era su gran y único objetivo para la presente temporada. Y lo ha hecho, además, con un margen de tiempo que casi nadie podía haber soñado en los albores de la temporada. Cierto es que nadie cuando arrancó el curso tenía la previsión de sufrir tanto como en el anterior para conseguir la permanencia por segunda año consecutivo en la Liga Adelante, pero seguro que casi nadie podía esperar que la cuestión quedase prácticamente zanjada cuando todavía queda una cuarta parte de la competición por disputarse. Cierto es que al Glorioso aún le faltan nueve puntos para alcanzar esos 50 que teóricamente aseguran la permanencia, pero es que para perder la plaza en Segunda División el equipo tendría que sufrir una catástrofe de semejante magnitud que es ciertamente complicado solo imaginar que pueda producirse un hundimiento de tamaño calibre. Con once jornadas por jugarse, la salvación es casi un logro palpable y lo mejor de todo es que se va a acabar zanjando con muchos menos problemas de los que se podían esperar al principio del nuevo curso.
Tras la agonía de la pasada temporada, la presente se encaraba como el final de una particular trilogía: ascenso, permanencia y tranquilidad. Resueltos con éxito los dos primeros capítulos, en el tercero no ha existido, y gracias, el punto de suspense de los anteriores. Cierto es que al principio del curso situar al Alavés entre los candidatos al descenso resultaba bastante temerario, pero a la hora de la verdad el equipo vitoriano ha estado, a pesar de permanecer casi siempre en la zona templada de la tabla, durante más tiempo mirando hacia abajo que hacia arriba por culpa, sobre todo, de esa constante irregularidad que hasta hace bien poco le había impedido encadenar unos cuantos resultados positivos que le asegurasen un largo período de tranquilidad.
Esa buena racha ha llegado justo en el momento determinante del curso. No acababa El Glorioso de definirse y dos derrotas consecutivas a domicilio en Sabadell y Palamós hicieron que apareciesen de nuevo unos fantasmas que nunca llegaron a alejarse del entorno. La cuestión ha quedado completamente zanjada con tres victorias en los últimos cuatro partidos, lo que ha supuesto un importante arreón en forma de puntos y construir de esta manera un margen de seguridad que se antoja ya definitivo.
A falta de ese pequeño puñado de puntos que certifique la permanencia, el Alavés ya puede afirmar que ha cumplido con su único objetivo del año y que, además, no ha tenido que sufrir demasiado para conseguirlo. La permanencia era cuestión obligada. Y también se pretendía que se lograse con tranquilidad. Pero nadie podía augurar que a falta de once jornadas por disputarse fuese cuestión prácticamente hecha.
Una vez conseguido ese mínimo innegociable, en el equipo se tiene claro que no es momento de levantar el pie del acelerador. La tensión negativa y los posibles nervios por el riesgo de verse en la zona de compromiso han desaparecido ya por completo y llega el momento de asumir ciertos riesgos para poder seguir peleando hasta el final del curso por un objetivo mucho más bonito, como es la presencia en el play off de ascenso.
Diferencias al margen, acceder a la sexta plaza es un reto muy complicado para un Alavés que necesitaría algo más de 20 puntos en las últimas once jornadas, pero el equipo quiere alargar ese estado de ilusión que ha generado entre sus parroquianos. La mejoría en el fútbol de El Glorioso ha venido acompañada de buenos resultados y el alavesismo está disfrutando mucho con los últimos partidos de su equipo.
La idea es mantener esa misma línea a partir de ahora y tratar de llegar tan lejos como se pueda. Objetivamente, alcanzar la sexta posición parece tremendamente complicado, pero cosas más difíciles se han visto en esto del balompié. Desde el vestuario ya se ha trasladado durante los últimos días la ambición que existe por pelear por ese grandioso objetivo, una cuestión que se afrontará ya desde la tranquilidad de saber que el Alavés seguirá una temporada más en Segunda.