Vitoria - Cualquier aficionado que dedique cinco minutos a repasar el calendario de las próximas jornadas en la Segunda División podría llegar a la conclusión rápidamente de que el Deportivo Alavés es uno de los integrantes de la categoría de plata que mejor escenario tiene por delante. Sin embargo, los seguidores albiazules no tendrán tan clara esta percepción. El conjunto vitoriano afronta un mes de marzo con cinco compromisos, todos ellos ante conjuntos de la zona media-baja de la clasificación. A priori, una sensible ventaja puesto que, lógicamente, su nivel debe ser inferior a el de los que ocupan las posiciones de privilegio. Sin embargo, en el caso del Glorioso esta teórica ayuda acostumbra a convertirse en un grave problema, lo que hace que el conjunto del Paseo de Cervantes se encuentre a las puertas de un mes caliente que puede marcar su futuro en un sentido u otro.

En realidad podría considerarse que esta fase de la competición arrancó ya el pasado fin de semana, aunque el duelo de la Nova Creu Alta tuvo lugar el último día de febrero. En cualquier caso, ese encuentro ante el Sabadell resume a la perfección las circunstancias en las que se va a tener que mover la escuadra de Alberto López. La cita era ante el colista de la Segunda División, sumido en una aparentemente interminable crisis de resultados que le hacía haber olvidado casi el sabor de la victoria pero, por desgracia, dejó todo eso atrás para sumar los tres puntos en liza ante el Deportivo Alavés.

Un contundente aviso para navegantes que no viene sino a evidenciar el paupérrimo rendimiento del cuadro vitoriano ante adversarios que se encuentran en la zona baja de la tabla, precisamente el hábitat natural hasta el momento de sus próximos cinco rivales.

Porque el plantel de Alberto visita este domingo a la Llagostera (decimocuarta), recibe una semana más tarde al Mallorca (duodécimo), juega el miércoles 18 de nuevo en Mendizorroza el compromiso aplazado por la nieve ante Osasuna (decimosexto), visita al Lugo (decimotercero) y despide este marzo caliente en casa contra el Racing de Santander (vigésimo primero). Si añadimos a la lista el partido ya disputado frente al Sabadell, aparece un calendario aparentemente propicio para hacer un buen acopio de puntos que permitan afrontar con cierta tranquilidad las once últimas jornadas del campeonato pero, revisando el balance albiazul hasta la fecha, surgen inevitablemente las dudas y preocupaciones.

Especialmente tras lo visto el pasado sábado, cuando el Alavés ratificó por enésima vez su incapacidad para aprovechar las ocasiones de crecer y asentarse que se le plantean y volvió a mostrar su perfil más plano y escaso de ambición. Sensaciones que, como acostumbra a suceder, son corroborados por los fríos números. De esta manera, si se repasan los encuentros que el combinado del Paseo de Cervantes ha disputado hasta ahora con los equipos que ocupan en estos momentos plazas de descenso (Sabadell, Racing de Santander, Recreativo de Huelva y Barcelona B), el resultado es descorazonador.

Porque en los siete enfrentamientos que se han producido -únicamente resta para completar esta serie el paso de la escuadra cántabra por Mendizorroza-, el equipo únicamente ha sido capaz de sumar siete puntos. Es decir, un tercio del total. Una solitaria victoria (en la primera vuelta ante el Sabadell, 3-1), cuatro empates (en los dos choques ante el Recre, en Santander y en la reciente visita al Barça B) y dos derrotas (el sábado en la Nova Creu Alta y en Mendizorroza contra el filial azulgrana) que dibujan un escenario repleto de interrogantes e incertidumbres. Porque si ante los conjuntos teóricamente más débiles el Alavés se ha mostrado incapaz de hacerlo bien, resulta complicado confiar en que lo vaya a hacer frente a los de mayor potencial.

La trayectoria escasa se mantiene si se amplia el arco de análisis a los equipos que se ubican entre los puestos de descenso y el ecuador de la clasificación. En este caso, el cuadro albiazul presenta un balance de once puntos conseguidos de veintiuno posibles levemente mejor pero a todas luces igualmente insuficiente. En conjunto, si se tienen en cuenta todos los enfrentamientos con los rivales que marchan por detrás del décimo clasificado, el expediente vitoriano muestra un 18/42 que apenas le sirve para quedarse a las puertas del 43% de puntos conquistados.

Así pues, El Glorioso tiene por delante una ardua tarea si no desea verse abocado a una situación bastante más comprometida de lo que desearía. Porque si mantiene su línea de resultados ante los rivales de la zona baja, el mes de marzo puede convertirse en una pesada carga que lastre su rendimiento en el tramo final del campeonato. En cambio, si es capaz de imponer la lógica y sacar adelante los encuentros frente a contendientes inferiores, conseguirá un mínimo colchón de seguridad para afrontar los compromisos futuros ante los gallitos de la categoría de plata.

Próximas citas. Tras medirse al colista el último día de febrero, el Alavés afronta un marzo ‘caliente’ en el que se enfrentará a Llagostera, Mallorca, Osasuna, Lugo y Racing de Santander, todos ellos conjuntos de la zona media-baja de la tabla clasificatoria.

Balance pobre. El cuadro albiazul sólo ha sido capaz de sumar siete de los veintiún puntos que se han puesto en liza ante los conjuntos que ocupan posiciones de descenso (Sabadell, Racing, Recreativo y Barcelona B). Si el balance se amplía a los rivales por debajo del décimo puesto, el resultado tampoco mejora demasiado (18/42).

33%

El Deportivo Alavés únicamente ha sido capaz de sacar un tercio de los puntos en liza ante los cuatro equipos que ocupan los puestos de descenso.