Vitoria - Con la victoria del Zaragoza en su visita a Osasuna, la fractura en la clasificación de la Liga Adelante se ha hecho aún más evidente y augura un final de temporada con dos carreras bien marcadas. Por arriba, los seis primeros clasificados se han posicionado de manera perfecta para ocupar las dos plazas de ascenso y las cuatro de play off y la amenaza que tienen por detrás es mínima. Solo la Ponferradina, a cuatro puntos ya, parece contar con opciones reales -el Mirandés, siguiente clasificado, ya está a siete puntos- de meter algo de miedo al grupo de cabeza. De ahí para abajo, el objetivo del resto de componentes de Segunda División no es otro que asegurar la permanencia. Algunos van desahogados, mientras que para otros el tiempo está corriendo excesivamente rápido. La Liga Adelante se ha dividido ya en una competición de dos velocidades que en nada se parece a la edición anterior, en la que la igualdad reinó hasta el final. Y esta disparidad provocará que los de arriba necesiten muchos puntos, pero al mismo tiempo propiciará que el descenso no sea tan caro. Y, dentro de ese segundo vagón, la aspiración del Deportivo Alavés es encarar las últimas jornadas con tranquilidad de sobra para no tener que sufrir.
La comparativa con la pasada campaña resulta devastadora, ya que fue un curso completamente distinto al actual. Entonces, el ascenso fue relativamente barato, mientras que la permanencia fue más cara que nunca. Tras veinticuatro jornadas disputadas, las mismas que ahora, el líder era el Deportivo, pero los 42 puntos que atesoraba entonces el equipo gallego ahora solo le servirían para ser el sexto clasificado, justo el último que entra en el play off. Esta tendencia indica bien a las claras que la lucha en la zona alta va a ser encarnizada, sobre todo por las dos plazas de ascenso directo. La proyección de puntos actual hace prever que va a ser necesario superar los 80 puntos para ganar la Liga y también para conseguir la segunda posición. Muy lejos de los 71 puntos que logró el Eibar la pasada campaña y que suponen una cifra con la que nunca anteriormente se había logrado el campeonato de la categoría de plata y que casi nunca era suficiente para ascender ni cuando subían los tres primeros.
Con los cinco primeros de la tabla se manejan actualmente en un estrecho margen de dos puntos y la única plaza de privilegio que parece que puede moverse es la del Zaragoza. El cuadro maño reafirmó su puesto de play off ganando en Pamplona y la única amenaza real que parece tener es la de la Ponferradina, ya que del cuadro leonés hacia abajo las diferencias se ensanchan y comienzan a parecer irrecuperables.
Por esa misma razón, a partir de la séptima plaza se perfila ya el pelotón de los que son, salvo un final de curso estratosférico, aspirantes únicamente a una permanencia más o menos holgada. A la cabeza de dicho grupo se sitúa el Mirandés y según se va descendiendo en la tabla el grado de necesidad se va incrementando hasta llegar a límites extremos en las últimas posiciones de la tabla.
menos de 50 puntos Eso sí, vistas las estrecheces y la previsión de que se van a necesitar menos puntos que esos 50 que habitualmente se marcan como frontera para salvarse, ningún equipo está todavía defenestrado. Situaciones como las que en estos momentos viven Sabadell o Recreativo hubiesen supuesto su tumba la pasada campaña. Entonces, a estas alturas el colista era el Girona, que con los 26 puntos que tenía tendría hoy un cómodo margen con respecto a la línea roja. La salvación en aquel momento la marcaba el Hércules, que con 28 puntos marcharía ahora en la zona media de la tabla. Y es que, si en la campaña 2013-14 fueron necesarios 51 puntos para mantener la plaza en el fútbol profesional, la progresión actual cifra la salvación en 44 puntos.
El propio Alavés es uno de los casos más representativos del cambio de tendencia que se ha producido de una temporada a la siguiente. El equipo vitoriano tenía a estas alturas de temporada 27 puntos -solo uno menos que ahora, pero teniendo en cuenta que aún queda pendiente el partido contra Osasuna- y entonces ocupaba plaza de descenso. Ahora, con sus 28 puntos y ese choque pendiente, marcha decimotercero y con una renta de cuatro con respecto al descenso.
Los de arriba ganan mucho más y los de abajo lo hacen mucho menos. Esa tendencia ha hecho que la clasificación de la Liga Adelante se parta claramente en dos y que solo un pequeño grupo se mantenga como aspirante con opciones a los puestos de privilegio, mientras que la gran mayoría tendrán que pelear por salvarse. Hacerlo sin excesivos apuros es el objetivo de un Glorioso que, al menos, ya tiene bastante claro que, por mucha crisis que atraviese, no va a necesitar realizar un final de temporada colosal para alcanzar una cifra de puntos elevadísima el preverse que la permanencia va a estar bastante lejos de esos 50 puntos que se marcan como zona de seguridad. - B. Mallo