Vitoria - Tras haber tocado fondo, el Deportivo Alavés ha elegido el camino de reencontrarse a sí mismo. Los valores que le llevaron a convertirse en un equipo sólido y fiable en el arranque del curso se habían perdido en los últimos partidos de la primera vuelta, pero ante Las Palmas y Leganés el cuadro albiazul ha vuelto a mostrarse como un bloque granítico al que se hace muy complicado superar. Cierto es que su juego no ha sido para nada atractivo, pero para poder correr primero hay que aprender a gatear. Y este Glorioso parece decidido a recorrer el abecedario desde la primera letra para volver a ser el equipo que fue y así allanar el camino hacia una salvación que con esa solvencia defensiva será tranquila.
Ya contra el Las Palmas se pudo advertir un cambio en el juego albiazul, muy centrado en no cometer errores con el balón y muy atento a no dejar espacios en defensa. Líneas juntas, presión no tan adelantada y velocidad en la transición una vez recuperado el balón, la mayoría de las veces con desplazamientos en largo para evitar pérdidas en zonas de compromiso. Esa idea le dio de sí para maniatar al líder de la categoría y ponerlo contra las cuerdas, pero el tanto encajado en los minutos finales echó, en parte, por tierra esa mejoría en cuanto a solidez que no se vio refrendada con una victoria que hubiese sido muy importante para cerrar la primera vuelta con buen sabor de boca.
Ante el Leganés, con la clasificación ya excesivamente apretada y con la línea roja del descenso más cerca que nunca, el triunfo ya era una cuestión innegociable y Alberto echó mano de un planteamiento muy similar al visto contra el líder. De nuevo la seguridad del entramado defensivo fue una prioridad y para evitar los problemas también se optó por el desplazamiento en largo en busca de los atacantes con nuevas transiciones veloces.
El Alavés agigantó su figura en defensa con una sensacional actuación de la pareja conformada por Laguardia y Jarosik y, tras ocho jornadas consecutivas encajando gol, Manu Fernández acabó el partido imbatido. Desde el choque contra el Sporting la catarata de tantos encajados había sido letal para los intereses vitorianos. Después de una primera parte del curso en la que la solvencia defensiva fue clave, la sangría propició el hundimiento de un equipo que sabía que no podía seguir encajando tantos goles si que quería seguir hundiéndose en la tabla.
Más allá de los goles encajados, donde muchas veces entra en juego el componente de la suerte, el conjunto vitoriano ha permitido en estos dos partidos muy pocas ocasiones claras a sus rivales. En comparación con partidos precedentes, las cifras de remate del oponente han bajado sustancialmente y el Leganés solo tuvo una ocasión clara el sábado, además de llegar muy pocas veces a zona de compromiso con peligro.
Asentada la portería, este equipo maneja actualmente registros ofensivos suficientes como para desequilibrar los partidos. El cuadro albiazul no es el mejor de la Liga Adelante de cara a la portería rival, sobre todo por la falta de un gran goleador, pero con el paso de las jornadas va ganando recursos. Conseguir dianas sigue costando bastante, sobre todo en acciones claras de ventaja a la contra, pero la efectividad ha subido bastantes enteros.
Una de las claves es que, por fin, las jugadas de estrategia han comenzado a dar rendimiento. Ante el Girona se consiguieron dos dianas en sendas faltas (Galán y Juli), lo mismo que logró Barreiro ante el Mirandés. El pasado sábado el tanto de Raúl García que cerró la victoria llegó en un saque de esquina. En este sentido, la incorporación de un futbolista con el toque de Manu Lanza va a ser fundamental, ya que en no pocas ocasiones se han echado en falta buenos servicios para aprovechar la capacidad de una plantilla en la que hay unos cuantos buenos rematadores.
Con la base defensiva, una idea de juego en la que prima no cometer errores y una mejoría en el rendimiento ofensivo, el Alavés ha arrancado el segundo giro al calendario con una victoria que le ha servido para alejar sus propios fantasmas. De nuevo con un margen de tranquilidad en la clasificación, los enfrentamientos directos contra equipos que le acompañan en la zona baja de la tabla que llegarán las próximas semanas tienen que seguir para seguir cosechando esos puntos que permitirían vivir un final de curso pleno de tranquilidad.