Vitoria - El Deportivo Alavés cerró ante el Las Palmas la primera vuelta al calendario y lo hizo sin llegar a los mínimos exigidos cuando arrancó la temporada, ya que no ha sido capaz de alcanzar esos 25 puntos que teóricamente suponen haber recorrido la mitad del camino hacia la salvación. En el aspecto simplemente numérico, el cuadro albiazul se lleva un insuficiente en la primera evaluación del curso. Lo que pasa es que esta calificación no es condenatoria por sí misma y lo que dice la clasificación es que los 24 puntos que en estos momentos atesora El Glorioso suponen una cifra suficiente como para conservar la categoría si la competición se acabase en estos momentos. Todo hace indicar que al final de la campaña la salvación va a estar por debajo de esos 50 puntos que siempre se sitúan como cifra mágica. Aunque el propio cuadro albiazul sabe por experiencia propia, la del año pasado, que esa regla no siempre se cumple. Entonces la permanencia se cifró en 51 puntos, pero en esta ocasión todo hace indicar que la cifra necesaria para asegurar la presencia en la categoría en junio va a ser inferior. En todo caso, los dos puntos de ventaja que en estos momentos existen con respecto a la línea roja -se han perdido dos esta jornada- no son tranquilizadores.

El rendimiento del equipo de Alberto ha ido decayendo con el paso de los meses, pero en el arranque del curso hay que encontrar una de las claves de las actuales penurias. Desde la dirección deportiva albiazul se apostó en verano por confeccionar la plantilla con celeridad y exprimir al máximo la pretemporada para que el equipo comenzase el curso a un nivel muy alto. El objetivo era aprovechar los problemas de la mayoría de los clubes para confeccionar sus planteles y así amasar una buena cantidad de puntos y un importante colchón de tranquilidad en las primeras jornadas aprovechando el buen nivel físico del equipo por su trabajo en verano.

Toda esa previsión se fue al garete con un arranque de curso en el que el equipo protagonizó unos cuantos buenos partidos en los que no encontró el premio que se había merecido. El gran mal que ha aquejado a este proyecto han sido sus problemas para ganar cuando ha hecho más merecimientos que sus contrarios sobre el césped. Los duelos contra Recreativo, Barça B, Mallorca, Alcorcón o el último frente al Las Palmas son claros ejemplos. De esta manera, en los albores de la temporada sobre todo se dejaron escapar muchos puntos que hubiesen metido al equipo en la zona alta, reforzando de esta manera el buen trabajo veraniego. En el otro lado de la balanza, cuando el Alavés ha jugado mal lo más normal es que haya acabado derrotado y apenas hay tres excepciones en los empates en Leganés y Girona o en la victoria frente al Albacete.

de más a menos Desde el arranque del curso se situó El Glorioso en la zona media de la tabla y en ella se ha quedado estancado casi sin moverse. Un poco más arriba o un poco más abajo, pero siempre en la zona de la clasificación que no se encuentra coloreada. Sin grandes saltos hacia arriba cuando mejor ha estado ni sin caídas en picado cuando lo ha hecho peor. Y eso viene marcado por una competición que no está tan igualada como la pasada campaña y en la que los equipos del grupo de cabeza han pisado el acelerador al tiempo que los de la zona baja apenas son capaces de sumar con regularidad.

Durante el primer tercio liguero, los catorce partidos iniciales, el Alavés dio en todo momento la sensación de ser un equipo tremendamente competitivo y aguerrido al que penalizaba en exceso la falta de gol. La superioridad mostrada en muchos partidos, sobre todo a través de una solidez defensiva encomiable y un derroche físico colosal, no se acababa reflejando en victorias por la escasa eficacia de cara a la portería rival. Era el equipo de Alberto un bloque al que era muy complicado superar, pero que también mostraba graves carencias para hacer que la balanza se pusiese de su lado claramente.

Desgraciadamente, toda esa sensación de fiabilidad se vino abajo tras la victoria frente al Betis. Justo cuando el equipo albiazul tenía ante sí la opción de dar el salto hacia arriba en la clasificación tras haber encadenado seis jornadas consecutivas sin perder, llegó la gran crisis con la que se ha cerrado la primera vuelta. Una sola victoria en los siete últimos partidos, en los que solo se han cosechado cinco puntos, ha borrado del mapa cualquier ínfula de estar en la zona de privilegio y han acercado a los vitorianos en exceso a una zona baja que, tras los resultados de ayer, se queda a solo dos puntos.

La clave ha sido la pérdida de la solidez defensiva que había marcado el primer tramo del curso. La zaga se ha vuelto en exceso porosa en los últimos partidos y el número de derrotas se ha multiplicado. Los problemas de todo el curso para ganar en Mendizorroza se han incrementado de manera notable y el equipo ha dado sensación de quedarse sin ideas ni recursos en demasiadas ocasiones. Además, en estos últimos partidos los oponentes han sido casi todos ocupantes de la zona alta de la tabla y con el momento de debilidad albiazul las diferencias se han hecho más evidentes.

En el lado positivo de la balanza, una vez que no se han alcanzado esos 25 puntos que se habían puesto como objetivo, hay que poner la situación de relativa comodidad en la que se encuentra el Alavés. A pesar de no haberlo hecho todo lo bien que debería, el cuadro vitoriano se ha mantenido siempre alejado de la zona de descenso y en estos momentos maneja una renta de dos puntos con respecto a la línea roja. Se trata del mayor consuelo y el clavo ardiendo al que hay que agarrarse en el actual episodio de crisis. Y es que, a pesar de lo mal que lo ha hecho durante las últimas jornadas, El Glorioso no se ha visto en ningún momento en una situación de riesgo real. Solo cabe esperar que en el horizonte albiazul vuelva a salir en sol y que los buenos resultados regresen para que en la segunda vuelta la tranquilidad sea mucho mayor y no haya que estar dependiendo de terceros para no pasar apuros en la pelea por permanecer otro año en Segunda.

Buen arranque. El cuadro vitoriano empezó el curso a buen nivel, sobre todo en defensa, pero su buen juego no fue refrendado con muchos puntos.

Hundimiento final. El Alavés se ha venido abajo en las últimas siete jornadas, en las que solo ha conseguido sumar una victoria y cinco puntos. Lo bueno es que la crisis no ha venido acompañada de un hundimiento en la tabla.

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Son los puntos de ventaja con los que el Deportivo Alavés ha cerrado la primera vuelta con respecto a la zona de descenso.