Vitoria - El Deportivo Alavés dio inicio en 2013 a un desencuentro oficial con el Athletic y a lo largo de 2014 se han vivido episodios de todo tipo y condición con los mandatarios del club bilbaíno. Los rectores de ambas entidades se sentaron cordialmente a la mesa de negociaciones cuando el Athletic quiso hacerse con los servicios de Borja Viguera y el acuerdo fue sencillo y satisfactorio para las dos partes. Pero, al mismo tiempo, también ha seguido latente ese particular enfrentamiento entre ambos clubes por el deseo de la entidad del Paseo de Cervantes de controlar por completo el fútbol base de la provincia y los intentos del Athletic de contar con una base de operaciones firme en Álava para llevar a cabo su trabajo de captación y tecnificación.
A pesar de que las relaciones entre los dos clubes siguen en el limbo, no existió problema alguno para negociar el traspaso de Viguera con rumbo a Lezama. El pichichi de Segunda llamó la atención de los responsables deportivos rojiblancos por su capacidad goleadora y el Alavés se aprovechó del contrato en vigor que tenía el riojano para hacer valer su cláusula de rescisión. Un millón de euros que sirvió para cuadrar las cuentas vitorianas y ofrecer un importante superávit.
Ese acuerdo es la parte positiva de esta relación, que tiene en el fútbol base su aspecto negativo. El Athletic, tras perder el convenio con el Aurrera, siguió buscando en Álava una base de operaciones. La acabó encontrando en Ikastola Olabide, una entidad a la que el Alavés ofreció estar bajo su manto pero que rechazó para firmar finalmente por el Athletic. No se levantaron entonces voces desde la entidad albiazul contra el vecino bilbaíno, pero lo que es claro es que este acuerdo no sentó nada bien en el Paseo de Cervantes.
Otro de los puntos conflictivos del año estuvo en el filial, que firmó una campaña excepcional pero que no se escapó de la polémica. Y es que José Manuel Mateo fue destituido como técnico tras no acatar las órdenes de la dirección deportiva de no alinear a Mikel Vesga y Ander Alday por no querer renovar sus contratos. Casualidad o no, ambos jugadores se marcharon al Athletic al final del pasado curso. - B. M.