Vitoria - El Deportivo Alavés se encuentra ya de vacaciones aún asimilando el subidón de ánimo que le produjo el gol en el descuento de Juli en Girona que sirvió para rescatar un punto que ya estaba perdido. El parón navideño se afronta con tranquilidad en el seno del vestuario albiazul, pero también con la certeza de que no puede existir ningún tipo de confianza cuando se reanude la competición. Los cuatro puntos de ventaja sobre la zona de descenso suponen una renta apreciable, pero a todas luces escasa. Y es que en estos primeros meses de curso la situación habitual ha sido justo la contraria a la vivida en Montilivi. El sábado, El Glorioso se llevó un punto que no se merecía, pero han sido muchas más las ocasiones en las que se ha dejado pelos en la gatera habiendo realizado unos méritos superiores a los de sus oponentes. En el regreso en el mes de enero, el equipo entrenado por Alberto tendrá que tratar de ser mucho más efectivo que hasta la fecha para conseguir cuantos antes un buen número de puntos que le aseguren un tramo final de curso completamente tranquilo.

Por todo lo visto hasta la fecha, no parece sencillo ver a un Alavés en apuros cuando llegue el último mes de competición. Y eso que en los primeros partidos se esperaban cosechar algunos puntos más gracias al buen trabajo que se realizó durante la pretemporada, sobre todo en comparación con otros equipos que llegaron a las primeras jornadas bajo mínimos. Una vez más, la importancia de ese trabajo de despachos y césped en julio y agosto ha quedado relativizado y el conjunto vitoriano no aprovechó tanto como le hubiese gustado el hecho de tener la plantilla cerrada muy pronto, lo que le llevó a hacer un trabajo de preparación notable para iniciar el curso a un ritmo muy alto. La idea era acumular una buena cantidad de puntos aprovechando esa gran puesta a punto física, pero en ese primer tramo del curso El Glorioso no fue capaz de imponerse en varios partidos en los que fue superior a sus oponentes y perdió esa teórica ventaja de llevar el trabajo avanzado.

El cuadro albiazul ha sido competitivo en todos sus partidos, ha plantado cara a todos sus oponentes y parece complicado que se meta en un bucle de resultados negativos. Eso sí, esta opción no se puede descartar nunca. Y para evitar que cualquier posible mala racha resulte mortal, hay que sacar un mayor provecho en forma de puntos cuando el equipo juega bien y se muestra superior a sus contrincantes. La mejoría en Mendizorroza es innegociable, así como recuperar el gran rendimiento defensivo que este Alavés había dado en el primer tramo del curso y que se ha venido un poco abajo en las últimas jornadas. Y es que Manu Fernández acumula cinco partidos consecutivos encajando al menos un gol, una situación que no se había dado anteriormente.

Precisamente, este bajón atrás ha venido acompañado por una mejoría arriba. Cinco tantos en las tres últimas jornadas componen el mejor registro anotador del curso. Y en Girona, por fin, se consiguió marcar, encima por partida doble, en sendas acciones de estrategia. En todo caso, la vertiente ofensiva es uno de los principales aspectos que este equipo tiene que seguir trabajando para mejorar, ya que su bagaje aún es escaso.

Hasta el próximo sábado tendrán tiempo para descansar los jugadores, pero donde no hay espacio para la calma es en los despachos. Se habrá de analizar pausadamente el trabajo de esta primera fase del curso para sacar conclusiones. Y, si es necesario, realizar alguna apuesta en el mercado invernal. Tranquilidad, toda. Pero la palabra relajación hay que desterrarla del diccionario.