vitoria - Hace apenas unos meses, el Deportivo Alavés era sinónimo de gol y podía presumir de contar en sus filas con el pichichi de la categoría de plata y estar en los puestos de honor de la clasificación de los equipos con más acierto ante las porterías contrarias. Bien es verdad que el equipo presentaba al mismo tiempo una espectacular porosidad defensiva que provocaba que, en muchas ocasiones, esos tantos no reportaran nada positivo pero, al menos, los aficionados sabían que el balón iba a acabar en el fondo de la red del adversario alguna vez. En verano, Borja Viguera cambió el albiazul por el rojiblanco y, con su marcha, parece que desapareció también el acierto ante la portería.
Los siempre clarificadores datos, no dejan el más mínimo margen a la duda. Con los 16 tantos que ha logrado en las dieciséis jornadas del campeonato que se han disputado hasta el momento, el actual Alavés presenta su segundo peor balance realizador de la última década. Desde la temporada 2004-05 y a lo largo de las tres categorías diferentes en las que ha militado en ese tiempo, la escuadra de Mendizorroza únicamente ha tenido un registro peor. Fue concretamente en los cursos 2005-06 (en Primera División) y en la 2006-07 (en Segunda), cuando únicamente anotó 14 goles en el mismo plazo. En el resto de campañas, las cifras albiazules fueron sensiblemente superiores y bastante más acordes con el perfil de un equipo que aspira a lograr sus objetivos.
Al margen de la fría realidad matemática, resulta ya evidente a estas alturas que el desencuentro que vive El Glorioso con el gol desde que arrancó la Liga le está generando importantes problemas. Y es que pese a que durante un buen número de partidos ha disfrutado de fases de buen juego en las que se ha mostrado superior a sus adversarios, no ha sido capaz de convertir esa superioridad en goles que le permitieran sentenciar los encuentros. Como consecuencia, los oponentes han terminado aprovechando alguna acción aislada o una buena reacción en su juego para darle la vuelta a la situación y acabar rescatando uno o los tres puntos en liza.
Una situación que mientras que el combinado de Alberto ha sido capaz de mantener un buen tono defensivo no ha llegado a convertirse en demasiado preocupante pero que ahora ya sí que ha empezado a hacer sonar las alarmas. Porque en sus tres últimas comparecencias (dos de Liga y una de Copa del Rey) el Alavés ha encajado dos tantos, lo que le obligaría a conseguir hacerse con la victoria. Algo que se antoja una quimera teniendo en cuenta su pírrico balance realizador este curso -es el sexto peor de todos los equipos de Segunda- y que, como era de esperar, no sucedió en ninguno de los tres casos. En definitiva, que los integrantes de la vanguardia albiazul están obligados a trabajar de lo lindo para tratar de mejorar su puntería en lo que resta de competición. Porque, en el caso contrario, se vislumbra un horizonte bastante problemático para un grupo que también ha comenzado a presentar más grietas de las convenientes en la retaguardia. Las comparaciones, por odiosas que puedan parecer, dejan claro cuál debe ser el camino. Y es que en las cuatro temporadas anteriores el Deportivo Alavés llevaba, a estas alturas, 28, 29, 26 y 25 goles a favor respectivamente.
Temporada 2004-05. 29
goles a favor y 19 en contra.
2005-06. 14 goles a favor
y 24 en contra (1ª División).
2006-07. 14/19.
2007-08. 17/18.
2008-09. 18/26.
2009-10. 19 goles a favor y
14 en contra (2ª División B).
2010-11. 28 goles a favor
y 19 en contra (2ª División B).
2011-12. 29 goles a favor
y 16 en contra (2ª División B).
2012-13. 26 goles a favor
y 9 en contra (2ª División B).
2013-14. 25 a favor/26 en contra.
2014-15. 16 a favor/17 en contra.