Vitoria - Si para alguien era especial el partido de ayer era para un Sergio Tejera que se enfrentaba al equipo de toda su vida, al que tiene sus derechos federativos y el que por segunda campaña consecutiva ha decidido cederle al Deportivo Alavés para que trate de dar ese paso definitivo que le falta para asentarse en el cuadro periquito. No está siendo sencilla la temporada para el mediapunta catalán. No en vano está siendo uno de los jugadores menos utilizados por un Alberto que prefiere apostar en sus alineaciones por futbolistas de un mayor potencial físico que permitan desarrollar el fútbol de presión y alto ritmo que desarrolla este Alavés. El barcelonés, de los mejor técnicamente de este equipo, no le encuentra un hueco el técnico por mucho de que sea fabuloso con el balón en los pies. Obreros antes que artistas parece ser la consigna. Tarea de Tejera dar más desde el punto de vista defensivo y del propio entrenador hacer que entre en dinámica de juego un futbolista que no tiene fotocopia en esta plantilla más allá de la labor de un Juanma que no responde al mismo perfil exacto pero que también es diferente por su enorme calidad en la conducción de balón.
Y eso, su innata calidad, lo volvió a poner ayer Tejera sobre el verde en una noche en la que desde el primer segundo se pudo comprobar que de motivación iba sobrado. No era para menos. Le tenía que demostrar cosas a Alberto, pero también a Sergio González, el técnico que en verano le descartó de nuevo en el Espanyol. El barcelonés se multiplicó en las labores ofensivas formando una pareja extremadamente creativa con Juanma. Toda una rareza ver juntos a dos jugadores de semejante calidad en este equipo. Y seguramente en el partido menos indicado para ello. Eso se pagó en defensa, pero en ataque por momentos se vivieron episodios de genialidad con un Tejera hiperactivo apareciendo por todas partes. Ya fuese en el círculo central para recoger el balón y comenzar a estructurar el juego o en la medialuna en busca del último pase. Casi siempre con buenas conexiones y con algunos detalles de alta factura futbolística.
Tejera se erigió ayer en ese líder que muchas veces echa en falta la ofensiva alavesista y a los parroquianos de Mendizorroza no les gustó nada su sustitución. Lo mismo que la de Juanma. Pelea y lucha sí. Innegociables. Pero la creatividad y el talento también reclaman su hueco.
Comparaciones odiosas. Numerosos aficionados alavesistas abandonaron en la noche de ayer el estadio de Mendizorroza lamentando que ‘el Baskonia sí puede hacer fichajes y nosotros seguimos sin un delantero’.