Vitoria - Anunció en su presentación allá por el mes de junio que recalaba en el Alavés para competir por el puesto de guardameta y, de momento, parece estar ganando la batalla. En los 12 partidos de liga disputados hasta la fecha, otro exguardamenta como Alberto que hoy hace las veces de técnico del primer equipo parece no haber tenido muchas dudas respecto a la designación de Manu Fernández como guardián de referencia de la escuadra alavesa. Al menos en la competición doméstica ya que en Copa, como suele ocurrir en este tipo de situaciones, la defensa de la portería está correspondiendo a Goitia, el teórico meta suplente que la pasada temporada jugó 30 partidos como titular.
El balance de este primer tramo de la temporada podría decirse que arroja una doble lectura respecto a Manu. De un lado, y con la frialdad de los datos en la mano, los doce goles que ha encajado, la inmensa mayoría desde dentro del área. Y por otra parte, y quizá la más llamativa, las buenas sensaciones que está ofreciendo el asturiano después de una temporada prácticamente en blanco como la que se pasó en el Alcorcón, una etapa de la que no guarda un grato recuerdo por una serie de “situaciones extradeportivas”, como dejó entrever el día de su presentación. Sea como fuere, su presencia en el once titular a estas alturas del año parece a todas luces indiscutible y el debate entorno a la portería, finiquitado. Un escenario, por otro lado, muy alejado de la realidad que viene sufriendo El Glorioso desde hace ya varias temporadas, donde no ha sido capaz de gestionar con éxito y continuidad un proyecto para la portería con garantías.
La presencia este año de Manu bajo palos parece haber iniciado esta senda que en su día gobernaron guantes como los de Alfonso Subero, Tito, Paco Leal o el argentino Martín Herrera, sin embargo de sus actuaciones en casa y fuera de Mendizorroza subyacen aún varias carencias que hacen dudar de su rendimiento en el futuro. A este respecto, y una vez consultados varios históricos de la portería alavesa, la radiografía del meta asturiano arroja muchas luces pero también algunas sombras.
Transmite inseguridad Quizá la más acusada sea la inseguridad que transmite en el juego aéreo, un problema que no tiene que ver con la altura -Manu mide 1,82 metros- y sí con las dudas en cuanto a la manera de tomar decisiones, un efecto perverso en el actual portero del Alavés, que tiende a dispersarse en demasía tras una mala salida o una decisión equivocada. A esa falta de ímpetu a la hora de salir por arriba se añadiría, según los metas consultados, una falta importante de bloqueo del balón en centros laterales y tiros cercanos o a media distancia, “una situación que lejos de sofocar el incendio lo aumenta, ya que el hecho de no placar lo que hace es generar una segunda opción para el equipo rival y esto hay que evitarlo”, explica uno de ellos, que añade: “Esto hay que trabajarlo, entre otras cuestiones, porque de una buena acción de bloqueo es posible que surja una acción de contraataque que concluya con peligro”.
Siendo éstas las principales carencias que arrastra a día de hoy el portero del Alavés, no es menos cierto que su portafolio de virtudes le convierten en un seguro de alta cualificación para el vestuario albiazul. Máxime con los antecedentes más cercanos. Fiel al estilo impostado en su día del mítico Ablanedo, el discípulo también es rápido, ágil y con los suficientes reflejos como para evitar desbarajustes defensivos como los que el pasado domingo pudieron costarle al equipo un susto mayor. También se le recuerdan buenas actuaciones ante el Leganés o el Lugo, y llama la atención esa seguridad en sí mismo, a veces excesiva y a a veces causante de algunas malas pasadas. Y el ejemplo más clamoroso fue su error ante el Mallorca, donde un mal control suyo en el área pequeña derivó en un gol de ejecución infantil. Lejos de asumir el error, el portero respondió ante los medios de muy malas formas, generándose un problema aún mayor que hubo de solventarse en la caseta.
Titular. 12 (todos los partidos)
Minutos. 1.080
Goles encajados. 12 (de los cuales diez se produjeron dentro del área y uno desde fuera de la misma).
Portería a cero. Lo ha conseguido en tres ocasiones.
Puntos fuertes.
Es seguro y rápido bajo palos. Goza de buen golpeo con el pie.
Puntos débiles.
Inseguro en el juego aéreo, lo
que tiende a generarle demasiadas dudas. Tampoco es un buen bloqueador, lo que siempre deriva en segundas jugadas.