Vitoria - Tras la doble victoria en Copa y Liga la semana pasada, el Deportivo Alavés busca dar continuidad a sus buenos resultados con la suma de tres nuevos puntos que le permitan asentarse ya durante un largo tiempo en la zona tranquila de la tabla clasificatoria. El triunfo ante el Lugo supuso una enorme descarga de tensión para un equipo con mejor juego que resultados al que le costaba una enormidad ganar. La aparición mágica de Manu Barreiro supuso un volantazo a esa trayectoria infortunada de un Glorioso que ahora busca la continuidad en ese buen resultado encadenando por vez primera dos victorias seguidas en la competición de la regularidad y, de paso, quitarse el mal fario que le acompaña en sus últimos partidos a domicilio, en los que ha resucitado a dos moribundos como Zaragoza y Mallorca. En situación de peligro se encuentra también un recién ascendido como el Racing, pero la experiencia indica bien a las claras que ningún rival es fácil de batir.
El equipo de Alberto pretende recuperar la versión a domicilio que ofreció en El Sadar y que no se ha visto en ninguno de los otros tres compromisos lejos de Mendizorroza. El estreno en Leganés fue infame por el mal juego del equipo, pero se acabó rescatando un punto. Ni siquiera eso se logró ante Zaragoza y Mallorca. Buenas oportunidades desperdiciadas para acabar claudicando con más pena que gloria, sobre todo en Son Moix donde se dejó escapar vivo a un contrincante tremendamente inferior.
Solidez defensiva y acierto en el remate son las dos claves que tiene que cuadrar el Alavés en su visita a El Sardinero. El primero de los factores se han mantenido prácticamente invariable a lo largo de todo el curso, pero esta tarde se someterá a un duro examen ante la figura de Mamadou Koné, uno de los mejores delanteros de la Liga Adelante y figura de referencia en el Racing.
Koné precisará de una especial vigilancia por parte de la zaga albiazul, mientras que en la segunda parte de la ecuación hay que resolver los problemas ofensivos que arrastra un Alavés al que le cuesta horrores transformar en goles sus buenas ocasiones. El ejemplo más evidente fue el vivido en la primera parte ante el Mallorca, con una serie de grandes oportunidades de cara a la portería bermellona que no se concretaron correctamente para que después esos fallos acabaran pasando factura en forma de derrota.
“Lo de ganar dos partidos seguidos es más fácil decirlo que hacerlo. Es un equipo el Racing muy fuerte en su campo, agresivo. Por supuesto destaca la velocidad de Koné, ves equipos que lo han pasado realmente mal allí. Tienen mucha dinámica de entrada, esfuerzo, contraataque... No es un partido fácil, para nada. Nosotros también tenemos intensidad, disputa, buscar rápido el área rival... Es un partido complicado porque hay que estar muy a la altura de lo que ellos proponen y exigen en su campo. Duro y muy difícil”, advirtió Alberto tras el entrenamiento matinal de ayer previo al desplazamiento de la tarde a la capital cántabra.
El preparador alavesista le otorgó una gran trascendencia al potencial físico del Racing, así que no sería de extrañar que el irundarra vuelva a apostar por un centro del campo donde la potencia prime sobre la clase como hizo ante el Lugo. La tripleta compuesta por Toribio, Rafa García y Manu García le dio un enorme empaque al centro del campo y planteó enormes dificultades al juego de los gallegos. En la visita a El Sardinero se podría volver a repetir este mismo dibujo 4-1-4-1 centrado en el trabajo de desgaste al principio para dar entrada a los jugadores de mayor talento cuando el esfuerzo empiece a pasar su particular factura.
La otra gran duda está en la punta del ataque. Vélez se ha recuperado, pero apenas ha entrenado a lo largo de la semana y parece bastante complicado que juegue de inicio. Así, Despotovic y Barreiro son las alternativas, con el gallego ganando enteros tras sus dos decisivos goles ante Mirandés y Lugo pero al que todavía se le exige un sacrificio mayor en el césped.
“Los delanteros que tenemos son complementarios y los utilizamos como creemos que nos pueden aportar cosas al equipo. Luce cuando un chico juega dos partidos y mete goles decisivos, pero hay que darle tiempo. Barreiro nos va a aportar mucho. Ranko también. Va a haber momentos que jueguen los dos, que no juegue ninguno... Buscas ganar y durante la semana vas viendo cosas, el rival hace cosas que inclina que pongas a uno u otro. Ahí está el que ellos también entiendan esta situación y luego estar acertados, porque meter goles es cuestión de acierto”, dijo Alberto.