vitoria - Alguien dijo en una ocasión que el hombre es un animal de costumbres y esta definición se ajusta como anillo al dedo al comportamiento del Deportivo Alavés con el que se ha convertido en su segundo fichaje para la temporada 2014-15. Se trata de Miguel Ángel González, conocido futbolísticamente como Migue, y llega a Mendizorroza procedente del Girona, en el que ha militado los siete últimos ejercicios. Pero lo relevante de la incorporación de este veterano central (nació en 1980) al proyecto albiazul es que ya estuvo a punto de producirse hace exactamente un año -de hecho, el jugador pasó unos días de vacaciones en la capital alavesa junto a su íntimo amigo Jito Silvestre mientras tenían lugar las conversaciones-.

Entonces, con el ansiado ascenso recién conquistado, Javier Zubillaga pensó en él como una pieza importante para fortalecer la retaguardia. Sin embargo, todavía le quedaba un año más de contrato con el Girona y resultó imposible que las tres partes en liza alcanzaran un acuerdo satisfactorio. Como consecuencia, el jugador tarraconense permaneció en las filas de la escuadra catalana y completó un curso en el que volvió a ser utilizado por todos los entrenadores que pasaron por el banquillo de Montilivi. De hecho, disputó 3.432 minutos de juego repartidos en 39 partidos, en los que fue titular en 38 de ellos, y marcó dos goles.

Pero Javier Zubillaga -hombre de ideas fijas donde los haya- no se había olvidado de él ni mucho menos. En consecuencia, volvió a llamar a su puerta y, ya libre de ataduras, el acuerdo no tardó en producirse. De esta manera, Migue se ha convertido en el segundo fichaje del Alavés, con el que se ha comprometido por una temporada, con el objetivo de apuntalar una retaguardia que ha sido uno de los grandes quebraderos de cabeza del conjunto vitoriano durante la recién concluida campaña.

A lo largo de su ya dilatada carrera, el zaguero -cuya posición natural es la de central pero que puede actuar incluso como lateral por ambas bandas- se ha caracterizado por ofrecer un rendimiento regular. Sin estridencias en cuanto a brillantez pero tampoco en el apartado negativo. Sobrio y hábil para encontrar la alternativa más fácil sin complicarse la vida innecesariamente, destaca por su capacidad física.