vitoria - Suele decirse que las casas deben comenzar a construirse por los cimientos pero, en esta oportunidad, el Deportivo Alavés ha preferido hacerlo por el tejado. Lo que, trasladado al fútbol, quiere decir que la primera incorporación al nuevo proyecto albiazul es un delantero. Y es que la entidad de Mendizorroza concedió ayer rango oficial a lo que era un secreto a voces, su compromiso con el gallego Manu Barreiro. De esta manera, el ariete procedente del Racing de Ferrol (que el próximo día 8 de julio cumplirá 28 años) se convierte en la primera piedra del edificio que tendrá que estar terminado para el arranque, a finales del próximo mes de agosto, de la temporada 2014-15.

La incorporación de Barreiro cuenta, además, con el matiz añadido de que aparece como el hombre destinado a cubrir el enorme hueco dejado por Borja Viguera tras su traspaso al Athletic. Aunque exigirle -a él y prácticamente a cualquiera- un rendimiento similar al del jugador riojano sería una absoluta temeridad, lo cierto es que los avales con los que se presenta en Mendizorroza son ciertamente notables.

Así, en las dos últimas temporadas (en las que ha estado enrolado en el Racing de Ferrol) ha firmado la nada despreciable cifra de 45 goles, 23 la 2012-13 y 22 la recientemente concluida. Bien es verdad que estos guarismos los ha conseguido en categorías de un nivel inferior (Tercera y Segunda B) pero no lo es menos que en ninguna división resulta sencillo acabar con tantos goles en el zurrón y que ha mantenido una línea muy regular.

Al margen del interés del Alavés -con el que se ha comprometido por una campaña con opción a otra-, varios clubes más de Segunda habían llamado a su puerta aunque finalmente Barreriro (que en principio será presentado oficialmente el martes) se decantó por la oferta albiazul.

Formado en las categorías inferiores del Real Madrid y el Valencia, el gallego es un jugador que, pese a superar el 1,90 de altura, maneja las dos piernas con gran calidad y sabe leer muy bien tácticamente las situaciones de juego. Con buen golpeo tanto de derecha como de izquierda y potente en el juego aéreo, la afición de Mendizorroza espera ya ansiosa sus goles.