Vitoria - El Deportivo Alavés ha asomado la cabeza, pero aún le queda trabajo por delante. Por eso, el derbi de esta tarde en Ipurua se antoja como un paso fundamental en la carrera por la permanencia y Alberto ha mentalizado a sus pupilos para afrontar un duelo de la máxima exigencia ante el Eibar. "Quiero que el equipo esté preparado para una batalla porque el Eibar mete mucha intensidad", señaló el irundarra.

Espera el guipuzcoano un partido muy exigente ante un rival que plantea muchos problemas con su juego directo, sobre todo en un campo en el que el balón va muy rápido de un área a otra y las ocasiones suelen sucederse a toda velocidad. "Es un campo especial por cómo es, pero también por la dinámica de juego que te propone el rival. Influye mucho cómo juega el Eibar, que es muy directo y te busca desde cualquier posición balones a la espalda de la defensa. Te exige en caídas, segundas jugadas, balón parado... Hay muchas acciones de peligro porque pasas muy rápido de un área a la otra. Venimos de jugar en un campo pequeño, pero el Lugo ofrecía una cosa diferente. El Eibar tiene más dinamismo y si encima va a llover y el campo va a estar lleno vamos a tener un partido épico, de esos de hace veinte años. Es un campo diferente, pero por lo que el rival propone", advirtió.

Encarar este tipo de partidos con una tensión competitiva por encima de lo habitual es una de las claves para no salir arrollado y, en este sentido, Alberto considera que sus pupilos están preparados para este tipo de exigencia: "Son los partidos que a todos los futbolistas les gusta jugar. Con el campo lleno, un estadio muy bonito, ante un rival que está haciendo una temporada muy buena... No necesitas una motivación extra porque te lo da el partido en sí. La gente está con muchas ganas de jugarlo y disfrutarlo. La gente está muy enchufada y con muchas ganas porque venimos de hacer un buen partido fuera de casa y a domicilio estamos sacando muchos puntos. Los jugadores están dando todo lo que tienen y en ese sentido no les puedo pedir más. Estoy encantado con ellos y espero que lo mantengan".

Y, como siempre, el irundarra mantuvo ayer el discurso del día a día y señaló que no quiere empezar a echar cuentas ni siquiera cuando comience el partido en Ipurua y el Alavés ya sepa buena parte de los resultados de sus rivales directos en esta jornada.

"No sé cuántos puntos van a hacer falta al final, hay cruces entre rivales, a alguien la va a dar un ataque de nervios porque no va a llegar y no sé quién no va a llegar. Si echamos la vista atrás, ocho o nueve semanas, si no habíamos ganado ya estábamos en Segunda B y aquí seguimos, agonizando pero dándole a la matraca. No sé cuánto va a hacer falta ni quiero saberlo hoy porque igual me agobio y no llegamos. A ver cómo sale este partido y ya hablamos el lunes. Me gustaría saberlo, pero no quiero perder nada de intensidad en eso porque no merece la pena", concluyó. - B. Mallo