Vitoria - La semana en el seno del Deportivo Alavés comenzó marcada por el mazazo que supuso perder dos puntos de oro en el último minuto contra el Deportivo, pero como cada siete días el cuadro albiazul se ha ido recomponiendo mentalmente a lo largo de la semana para recargar las pilas. Agua pasada no mueve molino y el tópico del partido a partido que se ha instalado en tantos vestuarios reside desde hace tiempo en la caseta de Ibaia. "A principios de semana todos estábamos decepcionados, sobre todo por cómo se produjo el empate. A partir de ahí, si uno lo analiza fríamente y sin tener parte, puede que lo más lógico sea el empate, pero por cómo llega y con el esfuerzo que llevábamos y la necesidad de puntos... El hecho de competir contra ellos y ganar nos hubiese venido fenomenal, pero ya es un poco hablar por hablar porque parece que es el sino que tenemos", resumía ayer el propio Alberto, que abogaba por el borrón y cuenta nueva de cara a mañana.
Esos dos puntos de más hubiesen supuesto un importante rearme anímico y también un cierto margen de seguridad para encarar los cuatro últimos compromisos ligueros con la posibilidad de cometer algún error. Con esa variante eliminada, la victoria en Lugo se antoja como el único resultado que aportaría viabilidad al objetivo de la salvación. Con cualquier otro seguramente el equipo se mantendría con vida, pero sería agarrado a las matemáticas y no tanto por opciones reales. Pese a ello, Alberto apuesta por la calma y por afrontar el duelo con el cuadro lucense sin caer en locuras y riesgos desde el principio.
"El planteamiento no varía porque al final este equipo está teniendo los recursos suficientes para, independientemente de la manera en la que esté jugando y el rival, generar ocasiones. El tema está en aprovecharlas y estar fuerte en defensa para que no te hagan daño. El equipo está creando ocasiones, así que tampoco hay que pensar ahora en poner dos puntas desde inicio o dos extremos muy arriba para ir a lo loco. Noventa minutos dan lo suficiente como para pensar en ganar sin ir desde el primer segundo a tumba abierta. Los partidos ahora cuesta mucho terminarlos, se nota en las piernas todo lo que llevamos y también en nuestra situación lo de arriba. Si hay efectividad y se aprovechan las ocasiones, te puedes llevar el partido. No es cuestión de ir desde el minuto uno a lo loco", aseguró.
Eso sí, el irundarra ya avanzó que ante un oponente como el Lugo lo que no puede permitir el Alavés es que el cuadro gallego mantenga la posesión en zonas de peligro durante mucho tiempo porque eso supondría un desgaste físico y mental inasumible para el equipo.