Vitoria - La temporada alcanza su fase definitiva con la llegada de las últimas cinco jornadas ligueras y la guerra por la permanencia convertida en un juego de sillas con cada vez menos participantes. Al Deportivo Alavés se le van escapando los rivales y cada vez son menos los implicados en este juego mortal que llevará a cuatro equipos al pozo de la Segunda División B. De momento, son siete los implicados aún en la pelea, pero algunos cuentan con un cierto margen de error. Justamente lo que no tiene el conjunto vitoriano, que parte con una importante desventaja con respecto a sus contrincantes y que, para colmo, tiene por delante un calendario tremendamente exigente. Numancia, Jaén, Mallorca, Castilla, Girona, Hércules y el propio Glorioso encaran las cinco jornadas finales con necesidades cada vez mayores según se va descendiendo en la tabla clasificatoria. Unos buscan un pequeño puñado de puntos; otros, como el conjunto vitoriano, se aferran a la esperanza de que en el mundo del fútbol todo es posible. No queda otra, pues la exigencia es máxima en este juego de las sillas en el que solo quedan tres asientos libres con siete aspirantes buscándolos.

El Alavés parte en una situación de clara desventaja con respecto a todos sus competidores, con la excepción de un Hércules que se encuentra en semejantes circunstancias que los albiazules. El equipo de Alberto se encuentra a tres puntos de la salvación -tiene a cuatro al Numancia, que con 46 puntos aún puede correr riesgos- y tiene por delante un calendario terrorífico. Tres de sus partidos los ha de jugar a domicilio; en dos se enfrentará a los dos primeros clasificados y en otro a un aspirante al play off. Además, cerrará el curso ante dos rivales directos. Y eso teniendo que solventar una desventaja de tres puntos. La serie para los alavesistas comienza contra el Deportivo y sigue con un doble desplazamiento a Lugo y Eibar antes de afrontar el último compromiso en Mendizorroza ante el Numancia y cerrar el curso en Jaén. El objetivo es alcanzar esos dos últimos partidos con opciones reales de salvación, cuestión en estos momentos ciertamente complicada.

En este mismo tramo de competición se estrenó en la primera vuelta Juan Carlos Mandiá tras la destitución de Natxo González y el balance fue de seis puntos con dos victorias y tres derrotas. Si se repitiese ese mismo registro ahora, el descenso estaría asegurado ya que se prevé que sea necesario alcanzar los 50 puntos -lograr nueve de los quince que quedan- para lograr la salvación. Tiene además el cuadro vitoriano el obstáculo del golaveraje, perdido ya con Girona y Castilla, aunque favorable en el cómputo general -no en el particular- con Mallorca y Hércules a expensas de los duelos con Numancia y Jaén. Así, los empates y los dobles empates son enormemente peligrosos.

Comenzando por la zona alta de esta clasificación de los puestos de peligro, es evidente que el Numancia es el que mejor lo tiene. Los sorianos tienen tres puntos de distancia con respecto al descenso y están a solo cuatro de esos 50 que deberían asegurar la permanencia. Pese a ello, la trayectoria reciente del cuadro soriano hace que en Los Pajaritos nadie esté tranquilo. El equipo de Anquela no gana desde hace diez jornadas y su balance en ese período es de solo cuatro puntos, lo que contrasta claramente con su periplo en la primera vuelta en los cinco partidos finales, en los que acumuló ocho puntos. El partido fundamental para los sorianos es el de esta jornada en casa ante un rival directo como el Mallorca, ya que después el calendario se le complicará con la visita a Ponferrada, el duelo como local con el Deportivo, el que puede ser trascendental duelo en Vitoria y el cierre del curso ante el Eibar.

El Numancia es el que lo tiene más fácil, pero a partir de ahí el margen de error es mínimo. Fuera del descenso por un punto se encuentran Jaén y Mallorca. Los andaluces han revivido con cuatro puntos consecutivos después de una racha desastrosa y se aferran al buen rendimiento que dieron en los cinco últimos partidos de la primera vuelta, en los que lograron ocho puntos. Comenzarán la serie en casa ante el Recreativo para después afrontar su primer duelo decisivo con la visita al Mallorca, luego la Ponferradina irá a La Victoria, el siguiente partido lo jugarán en Riazor y el cierre del año será en un compromiso que puede ser de alto voltaje con el Alavés rememorando la eliminatoria de ascenso última.

muy complicado En enorme peligro se encuentra un Mallorca que es el equipo en peor racha de Segunda con sus cinco derrotas consecutivas. El cuadro balear estaba llamado a luchar por el ascenso y se ha metido en una pelea del todo inesperada, por lo que el factor mental puede ser trascendental. En el tramo de competición que viene por delante, los bermellones lograron seis puntos en la primera vuelta, pero ahora se le añade la dificultad de tener que afrontar varios duelos directos. Primero visitando al Numancia, luego recibiendo al Jaén y después viajando a Girona antes del cierre del curso ante Las Palmas y Córdoba, dos equipos que luchan por el ascenso.

Ya en zona de descenso, el Girona está siendo el mejor de todos los de abajo en estas últimas semanas (cuatro victorias en seis partidos y 13 puntos de 18 posibles) y ha conseguido reengancharse a una lucha de la que parecía borrado al quedarse a un punto de la línea de salvación. El conjunto catalán afronta no el ánimo renovado los cinco últimos partidos por mucho que en la primera vuelta solo lograse tres puntos de los quince que se pusieron en juego. La serie la comienza con un duelo titánico con el Castilla en Montilivi y la seguirá ante Recreativo, otro choque de máxima exigencia en casa ante el Mallorca, Ponferradina y Deportivo.

El siguiente en la clasificación, a dos puntos de la permanencia, es un Castilla que se encuentra en caída libre y no ha ganado en sus últimos siete partidos. El filial madridista protagonizó una remontada espectacular tras un inicio de curso nefasto, pero la gasolina parece habérsele agotado ahora. En la primera vuelta, los merengues lograron diez puntos en el tramo final y ahora van a precisar prácticamente repetir esa hazaña para tener opciones de salvación. Su primer compromiso, en Girona, será trascendental, y luego le seguirán los partidos frente a Las Palmas, Córdoba, Sabadell y Murcia, todos ellos implicados en la pelea por el ascenso.

El último, y el que peor lo tiene, es el Hércules, que no ha ganado en las últimas ocho jornadas hasta hundirse en el último puesto de la tabla. El conjunto alicantino está igualado con el Alavés a tres puntos de la salvación y se agarra a las tres victorias que encadenó en la primera vuelta en los cinco últimos partidos. De repetir ahora esos nueve puntos, seguramente se salvaría. Los que a partir de ahora serán pupilos de Slavisa Jokanovic tienen por delante a Sporting, Alcorcón, Lugo Mirandés y Barça B.