El Deportivo Alavés -o más concretamente su cuerpo técnico- se encuentra en estos momentos ante una complicada disyuntiva. A pocos días de enfrentarse a la que puede ser su última oportunidad de reengancharse a la pelea por la permanencia, debe decidir qué perfil presenta en un escenario de tanta trascendencia. Los caminos divergentes entre los que debe elegir son bien claros y conocidos: una opción es profundizar en la revolución iniciada sin éxito el pasado fin de semana en Tenerife y la otra pasa por recular y recuperar las señas de identidad anteriores.
Evidentemente, ninguna de las dos garantiza el buen resultado de antemano y ahí radican como es comprensible gran parte de las dudas que carcomen a Alberto López y sus asesores. La visita al Heliodoro Rodríguez López supuso un claro punto de inflexión en la trayectoria albiazul en la presente temporada, ya que fueron nada menos que seis (algunas motivadas por problemas físicos o sanciones) las novedades en el once inicial. Pero, más allá del número de las mismas, quizás fue todavía más relevante la entidad de los afectados por su peso específico. El experimento, sin embargo, resultó un absoluto fiasco y, al margen de la pérdida de los tres valiosísimos puntos en juego, el plantel albiazul ofreció una de sus peores versiones de todo el mundo.
Ahora bien, ¿qué lectura debe hacerse de la situación? Que los cambios fueron insuficientes y necesitan una nueva oportunidad para poder comenzar a ofrecer sus resultados positivos o, por el contrario, que se tomó el camino equivocado y conviene dar marcha atrás cuanto antes. En definitiva, ¿más revolución o una sabia rectificación?
Para terminar de condimentar el guiso al que debe enfrentarse Alberto, son varios los jugadores que no estuvieron disponibles para la cita de Tenerife que, en principio, ya podrán ser de la partida este domingo ante el Castilla. Es el caso de Manu García, que vuelve tras cumplir su encuentro de sanción, los centrales Samuel y Jarosik y el mediapunta Toti. Los tres han arrastrado diferentes problemas físicos pero desde el club se confía en que estén listos para este trascendental choque. En el lado opuesto de la balanza, Óscar Rico -que regresó a la titularidad tras meses condenado al ostracismo más absoluto- vio su quinta tarjeta amarilla del curso y hoy será sancionado por el Comité de Competición.
Por lo tanto, el cuerpo técnico del conjunto de Mendizorroza se va a encontrar con un amplio ramillete de posibilidades entre las que tomar su decisión definitiva. Probablemente la que más inquietud genere entre la afición es saber el lugar que ocupará Borja Viguera. Después de ser titular indiscutible durante toda la campaña el pichichi albiazul estrenó suplencia el pasado fin de semana para ceder su sitio en la punta del ataque a Mauro Quiroga. Ahora, queda por resolver la incógnira de si se trató de una medida puntual o por el contrario su paso por el banquillo se va a prolongar. La lógica invita a pensar que sea la primera de las opciones pero considerando lo revuelta que está en estos momentos la entidad de Mendizorroza cualquier cosa es posible.
Dando por sentado el regreso del riojano al once, la duda estribaría en la posición que ocuparía sobre el césped. Bien como hombre más adelantado, bien por detrás de Quiroga o, como se viene reclamando desde la grada desde hace mucho tiempo, reeditando la fórmula que empleaba Natxo González. Es decir, Ion Vélez como ariete y él con libertad absoluta a sus espaldas. Este sistema obligaría a modificar las bandas, que podrían ser para Stevanovic y Toti.
las dudas de la portería Por lo que respecta al centro del campo las posibilidades son múltiples en cuanto a los nombres pero parece poco probable que se produzcan variaciones en el sistema. Y por último surge el debate de la portería. Las prestaciones de Goitia a lo largo de toda la temporada no han destacado precisamente por su brillantez y en las últimas semanas todavía han caído a un nivel más bajo lo que, inevitablemente, ha abierto el debate sobre la conveniencia de conceder una oportunidad a Iván Crespo. Una decisión importante más para Alberto López y sus asesores.