Vitoria - Los mejores años de la vida deportiva de Iñaki Bea fueron los que vivió en el Valladolid. En el estadio José Zorrilla jugó una sensacional temporada en Segunda División y tuvo la oportunidad de estrenarse en la máxima categoría. En esa andadura en el conjunto blanquivioleta coincidió con el actual técnico del Deportivo Alavés, un Alberto López que cerró en el club pucelano una extensa trayectoria profesional. Entre el irundarra y el amurrioarra se forjó entonces una excelente relación y el que fuera su compañero de habitación en el Valladolid considera que el preparador guipuzcoano tiene por delante una sobresaliente trayectoria como profesional, ya que cuenta con formación y capacidad para conducir equipos y ya en sus últimos años de carrera era la extensión del técnico sobre el césped. "Alberto era mi compañero de habitación y le enseñé un montón de cosas (risas). Todo lo que puedo decir de él es que es una grandísima persona, con unos valores futbolísticos y vitales muy firmes y que, en el buen sentido de la palabra, es una cautivador que te gana con las palabras porque es inteligente, equilibrado y políglota", explica Bea. Como buen amigo del irundarra que es, el exjugador alavés no se perdió el estreno en el banquillo ante el Zaragoza y, pese al resultado, le gustó el planteamiento: "Me gustó el equipo y Alberto demostró valentía y personalidad. Se ve que sabe muy bien a qué quiere jugar partiendo del conocimiento del estilo de los futbolistas que tiene". Desde la distancia, el corazón de Iñaki Bea palpita en albiazul. Por mucho que no jugase nunca en el Deportivo Alavés, la tierra tira. "Como alavés, y no solo por Alberto, deseo que el equipo se salve y continúe en Segunda. El apoyo de la afición está siendo impresionante", celebra Bea. - B.M/A.G