Vitoria. La apertura del mercado invernal suele venir acompañada de un frenesí de movimientos en busca de nuevos refuerzos para afrontar el segundo y decisivo tramo de la temporada, pero en Segunda División esa tradicional ebullición del zoco en el mes de enero se encuentra aún en fase embrionaria. Los movimientos realizados hasta la fecha han sido mínimos y muchos clubes se encuentran más preocupados por soltar lastre y liberar cargar económicas que por afrontar nuevas contrataciones. El propio Deportivo Alavés es protagonista de esta particular situación, ya que antes del fin del pasado año procedió a dar dos bajas y hasta la fecha, a pesar de sus sondeos y contactos, no ha concretado ninguna operación de llegada. Las bondades climatológicas deparan un mes de enero mucho más cálido que de costumbre, pero al contrario de lo que venía siendo habitual, el mercado se encuentra prácticamente congelado para los clubes que componen la Liga Adelante.
El Deportivo Alavés pretende cerrar a lo largo del presente mes dos o tres incorporaciones, pero todo hace indicar que cualquier tipo de negociación que quiera emprenderse va para largo. El obstáculo que tiene ante sí el club vitoriano es el mismo que atenaza a todo el fútbol estatal. Recursos monetarios escasos y control absoluto de las cuentas por parte de la Liga de Fútbol Profesional. Las nuevas medidas de control económico a los clubes que ha impuesto la patronal balompédica hacen que cada euro gastado sea medido al detalle y las entidades que componen el fútbol profesional no pueden pasarse ni un solo céntimo de los parámetros que les marcó la LFP cuando arrancó el curso. El contingente principal de los recursos con los que contaba cada entidad fue gastado en verano y el remanente para enero de la mayoría es escaso y ahí hay que encontrar una de las causas del estado de hibernación actual del mercado.
A esa tesitura no escapa un Alavés que, no obstante, se guardó recursos monetarios para afrontar contingencias a lo largo de la temporada. A una de ellas, la destitución de Natxo González y la contratación de Juan Carlos Mandiá, ya ha tenido que hacer frente con la consiguiente merma de su economía. Para tratar de aliviarse un poco, a finales de diciembre procedió a rescindir los contratos de Nico Schenone y Gorka Laborda, con lo que consiguió ganar un poco de margen para unas contrataciones que aún no se han producido.
Esas apreturas económicas hacen prever un mes largo. Busca principalmente el conjunto albiazul un centrocampista y un central que vengan a Vitoria en buen estado de forma. Descartados momentáneamente futbolistas que se encuentren sin equipo por el lastre físico que arrastran, la vista se gira primero hacia las posibles cesiones de clubes de Primera y, después, hacia los jugadores que están destacando en Segunda B. Pero ni unas ni otras operaciones son sencillas, ya que requieren de cierto poder económico, en el primer caso para hacer frente a las fichas y en el segundo para compensar a los clubes de origen. En esta tesitura, estirar el tiempo y barajar opciones diversas para poder elegir la más conveniente en los apartados deportivo y económico es la opción más usual.
Problemas para todos En todo caso, la falta de incorporaciones en el Alavés es común al resto de clubes de la categoría de plata. Y es que apenas son seis las incorporaciones que se han cerrado en la primera semana de mercado. Las apreturas económicas en Segunda División son evidentes y hasta la fecha son más los movimientos de salida que se han producido que los de entrada. Así, clubes como el Alcorcón (Nagore), el Barça B (Sanabria), el Mallorca (Geromel) o el Deportivo (Culio está a punto de salir) han visto mermado su potencial y no son pocos los equipos que buscan salida a esos jugadores que menos oportunidades han tenido o a los que tienen contratos onerosos difícilmente asumibles, como le ocurre a un Zaragoza que quiere dar la baja a Movilla, Paredes y José Mari.
Así las cosas, las llegadas han sido escasas. El Zaragoza ha recuperado para el fútbol estatal a Arzo, que estaba en Bélgica. Por su parte, el Mallorca ha obtenido una nueva cesión, en este caso la de Cadamuro por parte de la Real Sociedad. El Real Madrid ha recurrido al mercado internacional para que el Castilla refuerce su delantera con el brasileño Teixeira. Las otras tres novedades llegan procedentes de Segunda B, ya que el Jaén ha recuperado al cedido Manu (Extremadura), el Recreativo ha incorporado a Toño (Villarreal B) y el Córdoba ha contratado al que era el máximo goleador del Grupo IV y el segundo de toda la categoría de bronce, un Arturo que abandonó el La Roda para enrolarse en las filas andaluzas y que se estrenó con diana la pasada jornada.
Y es que, si los clubes de Primera División ya se están moviendo bastante poco, para los de Segunda las apreturas económicas son aún mayores y el margen de maniobra completamente limitado. Tras una primera semana en la que los movimientos han sido escasos, se espera que cuando se vaya acercando el 31 de enero, fecha de cierre definitivo del mercado, las operaciones se activen, pero, en todo caso, es evidente que el zoco navideño no va a ser tan movido como antaño.